Por: Pía Ramos
El 70% de las señoras divorciadas que vinieron al Abierto Mexicano de Acapulco seguramente han comprado su vuelo de regreso. Y es que, el campeón defensor y rompe corazones, Grigor Dimitrov, fue eliminado de manera sorpresiva en segunda ronda.
Evidentemente molesto y cansado, el prometido de María Sharapova, apenas pisó el press room para decir que no tenía justificación para su pobre nivel y que: “había sido un mal día”.
Dimitrov se veía disminuido en sus entrenamientos, y podría ser que jugar dos días seguidos en el horario de las dieciséis horas pudo haber sido un factor desfavorable, a esto súmenle que el campeón de 2014 nunca pudo encontrar su servicio.
El nombre del rompe quinielas es Ryan Harrison, estadounidense y número 169 del mundo. Podríamos decir que logró la victoria de su vida.
Sin duda, una baja muy sensible para el torneo, aunque también podría ser una gran noticia para David Ferrer, que se erige como favorito absoluto en la parte baja del draw.
Ahora habrá que ver sí es María la que va a sacar la cara por el “power couple”, mientras que las Cougars tendrán que encontrar algún nuevo mendigo que puedan convertir en el blanco de los originales piropos que se escuchan en el estadio Pegaso.