Por: Gerardo Reyna (Madrid, España)
Cada año, cuando llega el final de agosto o principios de septiembre, el aeropuerto de Barajas, ahora llamado Adolfo Suárez-Barajas en honor al primer presidente de la democracia, se puebla de jóvenes mexicanos solitarios cargando grandes maletas llenas de ropa, mochilas con laptops al hombro y una sonrisa de oreja a oreja.
Madrid es uno de los destinos favoritos de la juventud mexicana, que tiene oportunidad de afrontar los costos, para estudiar, ya sea un semestre de la carrera en curso, o un master, especialidad o similar. El idioma, la gente, las escuelas, la marcha (la fiesta en madrileño), sobre todo la marcha, atraen a unos cientos, incluso unos pocos de miles mexicanos a la capital española. Atrás quedan las madres llorosas por sus pequeños y los padres dudosos de, en cuanto les saldrá el chiste.
Uno de los pasatiempos favoritos de la ciudad, el mundo y de estos jóvenes, es asistir al futbol. Los últimos años las opciones han aumentado, la mayoría opta por el Bernabéu, los antimadridistas hacen la orilla oeste del Manzanares su destino predilecto y unos pocos “rebeldes antisistema” (entre los que me cuento) toman destino al sur hasta el barrio de Vallecas para dejarse enamorar por el equipo del barrio.
Por primera vez en la historia la academia futbolística madrileña contará con un mexicano en cada uno de sus planteles.
El único que se inscribió por más de un año llega directo desde Coapa hasta el barrio Imperial, cambiando el amarillo chillón por la más tapatía franjiroja del Atlético de Madrid. Cuando Raúl Jiménez extrañe los tacos Copacabana y les hable a sus nuevos vecinos, tendrá que desplazarse el vecino barrio sibarita de La Latina, dónde tendrá muchas opciones, el afamado y sabroso El Alamillo, una sucursal del restaurante de Joaquín Sabina, La Mordida o la más chilanga y after hours, taquería Mi Ciudad. Parece que el de Tepeji del Río no será titular en el cuadro de Simeone y con la incorporación de Alessio Cerci tendrá mayor competencia por hacerse con el puesto de relevo de lujo del campeón de liga y supercampeón de España.
El sur de la capital será la casa del oaxaqueño Javier Aquino. El volante emprendió el viaje a una “escuela de segunda” hace un par de años y de ahí creció junto con su institución hasta codearse con los mejores. En busca de ser el alumno consentido decidió viajar a los terrenos de Paco Jémez y adueñarse de la parcela derecha del ataque rayista como ya lo ha hecho en las primeras dos jornadas. En Vallekas, porque en esos lares todo se escribe con K, (Bukaneros, Tele K, Vallekanfield), el “ratoncito” no tendrá muchas más opciones para encontrar un buen mole que en Vila-Real, pero en los barrios vecinos si que lo encontrará. El chef Malechor de Chirrión, o el Rosa Negra en Huertas ofrecen un mole más que cumplidor. En la barriada del sur puede conformarse con el más hortera Rock y Tacos.
El recién llegado es el alumno aventajado. Llegado desde la industrial Manchester ya sabe lo que es ser campeón en Europa, jugar una final de Champions y estar bajo la tutela de uno de los “profes” más legendarios de la historia. Javier Hernández abandonó la Perla Tapatía hace varios años y tras un verano en el que parecía que cambiaría al gigante inglés por un equipo con menos cartel, sorprendió al mundo entero llegando al único equipo más grande y afamado que los Red Devils, el Real Madrid. Dispuesto a luchar por no ser el revulsivo desde la banca, El Chicharito no va a extrañar la birria del Lucha Libre en la calle Deansgate del Downtown de Manchester ya que a unos cientos de metros del inmueble de Padre Damian está el México Lindo sirviendo platillos mexicanos desde 1959. Si busca algo más acorde al aire burgués y refinado del club blanco puede reservar en El Mestizo o en Punto MX, locales que se disputan el título de mejor restaurante mexicano de Madrid.
Sin duda Florentino Pérez utilizó al “Guisante” para hacer un nuevo bulling de marketing a sus vecinos. Si las cámaras y reflectores mexicanos apuntaban con fuerza al Manzanares y de reojo a la Avenida de la Albufera, el imán del Chicharito atraerá de vuelta los reflectores a la casa blanca.
Los tres alegres compadres versión 2.0 pueden adoptar al joven Diego Gama como D´artagnan y conductor designado mientras exploran los cientos de posibilidades para juntarse y compartir unos buenos tacos, enchiladas, Coronitas y tequilas. Seguramente ahí se cruzarán con algunos de esos cientos de estudiantes que con mayor razón visitarán los diversos estadios de Madrid capital.
Probablemente a final de curso Aquino, el de menor perfil terminará siendo el que más tiempo en el aula tenga. Hernández y Jiménez tendrán que luchar y dar más del cien por ciento para atraer la atención y confianza de sus respectivos misters. La clase mexicana 2014-2015 ya es la más numerosa en la historia del futbol madrileño y está destinada a ser la más exitosa y recordada. Antes de saber si cumple con su destino, llenarán las paredes de los locales mexicanos con fotografías como visitantes afamados.