Un partido como cualquier otro de la Liga MX mostró una peculiaridad. El Toluca vs Atlas hizo suspirar a más de un aficionado gracias al entrenador local. No se trató de una invención táctica, sino de su atuendo.
Poco antes de empezar el partido, José estaba elegantemente ataviado. Camisa blanca, corbata roja, pantalón negro y los infaltables mocasines. Nada fuera de lo normal. Pero cuando salió a la zona técnica descubrió que estaba enfangada.
La lluvia que ha caído durante los últimos días en la capital mexiquense victimó la zona técnica. El hábitat en el que Cardozo se vuelve un monstruo y domina a placer estaba enfangado. El riesgo de resbalarse y caer era latente.
Más que mandar a pedir unas botas para evitar el accidente, José pidió unos tacos. Los elegidos -para no arruinar el atuendo- fueron los Concord Clasic. Los de siempre, los negros con el logotipo de la marca en amarillo.
Con más confianza en sí mismo, el Diablo Mayor hizo lo de siempre, moverse como chamuco, incendiar su propia banca, prender a sus jugadores y exigir la victoria a toda costa. No todo fue agresividad. Un balón que se acercó a su zona técnica fue dominado con elegancia.
Aquellos mágicos instantes, cuando los tachones servían para horadar redes rivales, fueron revividos por unos segundos. José volvió a sentirse futbolista. El futbol mexicano se puso nostálgico. Y todo gracias a un área técnica enfangada.