El Real Madrid cuida al máximo a Gareth Bale. Su llegada fue obra y gracia de Florentino Pérez y como tal, desde el Bernabéu, protegen la figura del ex del Tottenham. Con el convencimiento de que será la referencia de la entidad madridista durante el próximo lustro, el presidente y resto de dirigentes están seguros de una explosión con un enorme potencial físico y futbolístico. “Será Balón de Oro”, comenta una y otra vez Florentino Pérez en su círculo cercano.
Días atrás se cuestionó la manera de jugar y, en especial, su capacidad de elegir la mejor acción en cada momento. Dos balones que no cedió primero a Benzema y después a Ronaldo, le colocaron en el punto de mira de sus detractores y de los de Florentino Pérez. Incluso el Bernabéu llegó a silbarle, pero fue algo momentáneo que por el momento no se ha vuelto a repetir. El club le arropó de inmediato y algunos compañeros como Ronaldo exigieron un aplauso para el galés.
Bale ofrece grandes momentos, apariciones sobresalientes mejor dicho, mezcladas con desapariciones. Le gustaría jugar en la banda izquierda, pero sabe que de momento esa banda solo la puede pisar de vez en cuando porque es territorio portugués. No lo discute pese a que le gustaría tener más galones, más peso en las decisiones sobre el terreno de juego.
Sabe que su momento llegará y espera pacientemente pese a los cantos de sirena que llegan desde Inglaterra. Y es que el rumor se repite cada semana, ese que le coloca en el United, único equipo que ahora mismo junto al Real Madrid puede encarar una operación de más de cien millones de euros.
Bale ya se ha adaptado a la vida en Madrid. El tiempo libre que tiene lo emplea en su familia y en jugar al golf, su otra pasión. Poco a poco se atreve con el castellano. El idioma le ha lastrado en demasía en su primer año. Se alejó de todo lo que pasaba a su alrededor con la excusa del desconocimiento, algo que se termina pagando. Ya se atreve a hablar algo de castellano, pero todavía no se ha soltado.
Luka Modric es su punto de apoyo dentro del vestuario, además de un fisioterapeuta del club que se ha convertido en poco menos que su sombra. Le acompaña para todo. Ronaldo mantiene una buena relación con él. Dicen que mejor fuera del terreno de juego que sobre el verde. Y es que CR7 quiere ganar, sumar títulos y para eso todos los factores deben estar orientados hacia el mismo sentido, el de la comunión dentro del vestuario, algo imprescindible. Y en ese vestuario Bale es una parte importante, al menos eso dicen sus números y así piensan en la zona noble.