Permitan un concierto en la cancha de Rayados, decían. No pasará nada, decían. ¿Y qué creen? Que el pasto del Estadio BBVA quedó hecho un asco luego de la tocada de Justin Bieber.
La zona de una de las porterías (donde suponemos se puso el escenario) fue la más maltratada. ¡Parecía un potrero!
Después de esto, seguro muchos aficionados de Monterrey no querrán escuchar nuevamente la música del ídolo juvenil (si no es que ya les caía mal).