A ver, a ver, a ver, ¿traen prisa por criticar su chamba o darle cuello en su primera temporada como entrenador de Primera División? Espérenme tantito, dejen les doy cinco razones para que lo piensen dos veces.
1. INTELIGENCIA
Las oportunidades son como el amor: así como llegan, se van. ¿O no? Bueno, Rafa Puente Jr. agarró la que se le presentó, pero no lo hizo a lo loco. Si bien no traía experiencia como director técnico, un plan de trabajo sí. Previamente se aventuró en empaparse de futbol a través de roles como directivo y comentarista, lo que le ayudó a diseñar un proyecto que en su primer año como entrenador le dio resultados. Inexperto llegó al banquillo, sin embargo, nada tonto él hombre.
2. JUVENTUD
Ya chole con los mismos directores técnicos de siempre, esos que se han hecho más rucos en ir y venir de equipos sin ideas frescas, sin ganar títulos y que solamente engordan su cartera. Hay unos que llevan varias temporadas cambie y cambie de residencia sin aportarle algo valioso o novedoso al futbol mexicano.
3. CARÁCTER
No, no, no confundan que tener “carácter” es gritar, regañar o manotear. No, nada de eso. Por ejemplo, dirigir en una liga como lo es el Ascenso MX, no cualquiera. Un entrenador se puede topar con jugadores frustrados, otros que van de salida, unos que sueñan con llegar más lejos y no tienen chance de mostrarse, e incluso aquellos que se sienten más que el propio técnico y no escuchan razones. A eso agréguenle canchas en mal estado, estadios vacíos, arbitrajes para llorar. Pero lo más complicado es ganarte y generar respeto en un grupo de hombres que se atreven a creer en ti y en sí mismos coincidir en lograr lo imposible.
4. CONVICCIÓN
El futbol mexicano nos maleducó en dar por hecho que todo equipo recién ascendido a Primera División juega a defenderse todo el torneo por la obligación de sumar puntos, sobre todo porque la tabla porcentual recibe con desventaja de números al nuevo invitado. Lobos BUAP ha sido una excepción. Claro, en su osadía por procurar el gol a favor, recibe varios en contra, pero no traiciona la convicción que hoy lo tiene donde lo tiene.
5. EDUCACIÓN
Las famosas declaraciones del “bueno, fue un partido duro, complicado” han cambiado en su voz, o mejor dicho en su léxico y conocimientos. Puente Jr. se toma la molestia de responder preguntas de reporteros, además de ampliar en buena onda con comentarios específicos al futbol como juego. Evita el lenguaje popular o folclórico, rasgo distinto a sus colegas de la vieja guardia.