A menos de un año para los Juegos Olímpicos de París 2024, Joel Embiid, el interior de origen camerunés y actual MVP de la temporada regular de la NBA, se ha convertido en una de las principales atracciones del torneo de baloncesto.

Sin embargo, la incertidumbre reina sobre qué selección tendrá el honor de contar con su presencia.

Nacionalidades en juego

Embiid, quien obtuvo la nacionalidad francesa para poder jugar con la selección anfitriona en París 2024, también ha sido tentado por Estados Unidos, que le ha ofrecido un pasaporte y trabaja para convencerlo de unirse a su equipo.

La selección de las barras y estrellas no oculta su interés en el jugador, como lo confirmó Grant Hill, director ejecutivo de USA Basketball, en una entrevista con ‘NBA Radio’.

La estrategia de Estados Unidos

“La respuesta es sencilla. Sí, hablé con él. Tiene opciones”, reconoció Hill. La incorporación de Embiid a la selección estadounidense representaría un salto cualitativo para un equipo que se espera rompa con el perfil no estelar y lleno de jóvenes con el que se ha presentado en el Mundial de los meses de agosto y septiembre.

El sueño Olímpico

El objetivo principal es el torneo olímpico, con sede en Lille para la fase de grupos y Bercy para las eliminatorias. “Hablamos con él para el próximo verano. Veremos cómo se desarrolla”, agregó Hill. Embiid, por su parte, tiene que decidir entre sus dos pasaportes, el francés o el estadounidense.

La perspectiva de Embiid

“He estado aquí durante mucho tiempo. Mi hijo es estadounidense. Sentí que estoy viviendo aquí y fue una bendición ser estadounidense. Así que dije, ¿por qué no?”, confesó Embiid en referencia a la superpotencia.

Francia en la lucha

Francia, por su parte, tendrá que luchar para llevarse a Embiid y poder unir su potencial al de Victor Wembanyama, el número 1 del Draft con más ‘hype’ desde LeBron James en 2003.

“Es nuestro gran rival, al menos con su último equipo. Nos ganaron de 21 en el primer partido de los Juegos de Tokio. Luego les ganamos muy ajustado en la final. Piensas en Wembanyama, los demás… y no es fácil”, cerró Hill.