La historia del Barcelona en los últimos 20 años ha sido una de las más gloriosas y llenas de títulos. Rafa Márquez llegó justo en el momento indicado para convertirse en uno de los mejores centrales que han tenido los culés, y eso se sabe. Calidad, personalidad, talento, y un liderazgo que se notaba cada vez que entraba al campo, donde formo una de las mejores duplas de centrales que ha tenido el Barça, junto con Puyol.

Mi Rafa llegó al Barça cuando el equipo estaba en crisis, no ganaba títulos, y el Madrid lo había eclipsado con todos esos fichajes galácticos que el Tío Florentino se aventó. Pero de la mano de él, y de otros cracks, se encargaron de cambiarle la cara y transformarlo en el gigante que es hoy. Él es consiente de eso, y está orgulloso de poderlo decir, y así lo platicó en una charla que tuvo para la Cadena SER de España.

“Creo que sí, cambiamos la historia moderna del Barça. Llegamos en un momento clave para el renacimiento del barcelonismo. Ronaldinho tuvo mucha culpa. Otros ayudamos a que cambiara la historia. Me siento muy orgulloso de haber llegado en ese momento”

Rafa Márquez

Sin duda mi Rafita dejó escuela en el Barcelona, la manera en la que salía con balón controlado, su lectura de juego, todo eso que es raro encontrar en un central, él lo tenía. Y justo ese modelo de jugador es el que se busca crear en La Masía; así que no nos sorprenda si a los “chavales” españoles les ponen videos de mi Rafita rompiéndola como los dioses.

El legado de Rafa Márquez en Barcelona

Nada más para que se den una idea de lo que fue mi Rafa en el Barcelona, en su paso por el equipo culé, el Kaiser ganó cuatro ligas españolas, una Copa del Rey, tres Supercopas de España, dos Champions, una Supercopa de la UEFA y un Mundial de Clubes.

Además, ganó el premio al Mejor Futbolista norteamericano y fue nominado dos veces al jugador del año de la FIFA, en 2006 y 2007. Y no sólo eso, sino que llegó a ser uno de los capitanes del club y se fue con un total de 242 partidos jugados, donde se rifó 13 goles y 12 asistencias. Para ser un central, estos números son una locura.