Tecatito Corona ha hecho casi toda su carrera en Europa, empezando por el Twente y luego mudándose con el Porto, para después llegar a Sevilla. Pero estas travesías no han sido tan sencillas y menos la de Portugal.

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O al menos así lo dejó ver su esposa, Gabriela García quien confesó que el mexa sufrió prácticamente un suplicio con los Dragones pues no podía tener vida personal. 

¿De verdad eran tan estrictos con el Tecatito Corona? 

Y es real, sabemos que en Europa son estrictos. Es una educación diferente pues se toman muy enserio ser un profesional del futbol.

Y pues para un mexa es casi imposible respetar las reglas ¿a poco no Juanáticos? y Corona no canta mal las rancheras. 

Pues acordémonos que, para una concentración de la Selección Mexicana en la gestión del Tata Martino, dijo que estaba lesionado y no podía ir con ellos mientras seguía militando con el Porto.  

Pero después se le vio paseando con su familia pasándola de lo lindo lo que derivó en un jalón de orejas del Tata.

Así que es un poco difícil creer lo estrictos que pudieron ser en Portugal o tenerlos tan checaditos como dice García, si pudieron presumir aquella escapada.

“En Portugal si son bastantes intensos en el futbol, no te dejan tener mucha vida personal si eres futbolista, es lo único que te dejan hacer. Por ejemplo, te tienes que quedar en tu casa entre semana antes de las 11 de la noche porque tienen todo controlado, ósea te llaman para verificar que estés en tu casa. Ahí jamás salimos realmente a lugares, sólo en días libres, pero no hay muchos”. 

GABRIELA GARCÍA

Así lo contó a la esposa de Andrés Guardado, Sandra de la Vega, quien está intentado ser una youtuber con estas charlas. Y quien aprovecha para dar su punto de vista en cuanto a lo que ha vivido con el “Principito”. 

Gabriela también compartió que su hijo se sentía portugués y que le costó mucho la adaptación en Sevilla, pese a que era un lugar más parecido al país de sus padres, México. 

“Encuentras en cualquier país todo tipo de gente, por ejemplo, nosotros no es que somos los más amigueros la verdad. Pero si hemos hecho amistades. En Portugal fue complicado, aunque mi hijo se sentía portugués, no entendía porque se tenía que ir, le costó el cambio en España”. 

GABRIELA GARCÍA