Por Gerardo Gómez
SORAYA JIMÉNEZ FUE LA PRIMERA MUJER MEXICANA EN GANAR UN ORO EN JUEGOS OLÍMPICOS
Un 5 de agosto, pero de 1977, nació Soraya Jiménez en Naucalpan, Estado de México. La leyenda en halterofilia aún es recordada con mucho cariño.
Soraya Jiménez fue una deportista nata, destacando en natación, bádminton y basquetbol, hasta que, a los 11 años descubrió la halterofilia. Se le dio tan bien, que registraba marcas que estaban por encima de su edad. A los 16 años, Soraya consiguió su primer triunfo internacional con un tercer puesto en la Copa NORCECA de Colorado Springs en la categoría de 54 kg, levantando 120 kilos.
La levantadora de pesas hizo frente a las dificultades y a la discriminación de un deporte que de inicio era solo para hombres, hasta que en 1997, el COI aprobó la participación femenina en halterofilia, por lo que Soraya se enfocó en la siguiente cita olímpica, Sídney 2000. Consiguió que la empresa de gas en la que trabajaba su papá la patrocinara y encontró un entrenador por internet, el búlgaro Georgi Koev.
El 18 de septiembre, Soraya Jiménez hizo historia en la categoría de 58 kg. En el arranque levantó 95 kg y en la prueba de dos tiempos cargó 127.5 kg, para colgarse la medalla de oro. La décima en la historia de México en unos Juegos Olímpicos y la primera conquistada por una mujer. Tuvieron que pasar 16 años para que el himno nacional volviera a sonar en una justa olímpica.
Soraya se convirtió en la inspiración del deporte mexicano y abrió las puertas para que más jóvenes practicaran halterofilia. Su legado en el deporte de las pesas se ha visto reflejado en Damaris Aguirre, Luz Acosta y Aremi Fuentes, quienes vieron en Jiménez una gran inspiración. Dichas deportistas ganaron bronce en Beijing 2008, Londres 2012 y Tokio 2020.
Por su juventud, se auguraba que Soraya Jiménez tendría un ciclo lleno de triunfos, pero en 2002, tras enfermedades, lesiones de rodilla, 14 operaciones, la extirpación de un pulmón y cinco paros respiratorios, terminaron por mermar su carrera, su economía y su salud. Soraya se fue alejando como deportista, aunque seguía como entrenadora.
Un infarto al miocardio terminó con la vida de la histórica deportista a los 35 años, causando gran conmoción entre los mexicanos y en la familia de la halterofilia mundial. Soraya Jiménez fue un ejemplo de superación para varios deportistas, especialmente para las mujeres que decidieron practicar halterofilia gracias a ella.