Una derrota, la primera en el campeonato de Liga ha bastado para que el ambiente se haya enturbiado por el Camp Nou. El problema no ha sido la pérdida de los tres puntos, ante el Real Madrid no lo olvidemos; lo grave del asunto es la imagen ofrecida por el equipo azulgrana en el Bernabéu y las consecuencias que está teniendo a nivel de vestuario e incluso de relaciones entre los distintos estamentos del club.
Luis Enrique asumió su culpa en parte de lo sucedido el sábado pasado, pero lo que no esperaba era que el vestuario se dividiera a partir de alguna de sus decisiones. El técnico apostó por un bloque al principio de campaña. No contemplaba un once con Dani Alves, Piqué o Xavi y los tres fueron titulares ante el Real Madrid, como también lo fue Luis Suárez sin jugar partido alguno oficial en los últimos cuatro meses.
La consecuencia llegó en suplencia de jugadores como Rakitic o Pedro, que sí que estaban llamados a jugar un papel importante en este Barcelona y que han visto como a las primeras de cambio se han quedado fuera del primer partido decisivo de la temporada.
Las decisiones no han sentado bien en el grupo, que ya mira de otra manera distinta al asturiano. Además, algunas críticas públicas vertidas por el entrenador tampoco han sentado bien en el vestuario. Algunos de los jugadores piensan que todo lo que rodea a un equipo como el Barcelona le está viniendo grande a Luis Enrique, que ahora es cuando tiene que demostrar que domina la situación y que está por encima del criterio de jugadores, dirigentes y periodistas.
En cualquier caso, el idilio de los dos primeros meses de competición han pasado a mejor vida. El partido ante el Celta se afronta como algo más que un simple encuentro del campeonato de Liga. Hay mucho en juego, pero Luis Enrique debe recuperar la confianza de todos, empezando por los que le rodean, por los que tiene cerca como son los jugadores y que sin ellos tiene muy complicada su trabajo.
A favor de Luis Enrique en esta batalla contra el mundo que parece tener que hacer frente el técnico, cuenta la posición en la tabla del Barcelona. El liderato todavía logra que ese punto de cordura que en ocasiones abandona a la entidad azulgrana, se mantenga, de ahí la importancia del choque del sábado ante el Celta. Vital.