Piqué mandó a callar a la afición del Espanyol en el RCDE Stadium como respuesta a los insultos que recibe su familia y como muestra de disconformidad porque le abran una investigación a él por decir que el Espanyol es de Cornellà y no a los que ofenden a su familia.
“Decir que es de Cornellà no es una falta de respeto, es una obviedad. El Espanyol está cada vez más desarraigado de Barcelona y tiene un presidente chino. Se quejan de que diga esto y no investigan los insultos a mi familia. Mandar callar era lo mínimo que podía hacer. Los jugadores tenemos responsabilidad, pero también somos personas y reaccionamos según lo que pasa. Y hay un límite. Y si los que mandan no toman decisiones y no dicen nada, no nos quedaremos callados. Mando callar en general a todo el campo, y tal vez no debería, pero si el club o los propietarios no denuncian ciertas cosas…”, dijo Piqué. Sobre el cruce de declaraciones que ha habido en el túnel de vestuario. “Cada uno es esclavo de sus palabras. Ha habido un intercambio de palabras”.
En relación al partido. “En la segunda parte era imposible jugar al fútbol, no se podía generar juego. El empate es bueno. Nos vamos sin perder”, comentó.
Piqué se va feliz por su gol. “Lo estoy siempre que marco”, finalizó.