Por Daniel Figueroa
Cruz Azul volvió a cruzazulearla. Después de ir arriba en el marcador, la regó gacho contra Atlas al permitir que le diera la vuelta. Aún con el mal sabor de boca que deja la derrota, hay razones para mantener firme la creencia de que este año sí es el bueno.
Apenas van cinco jornadas
Quizá suene a pretexto, pero es verdad. Han pasado apenas cinco juegos. Todos saben que lo mero bueno empieza a partir de las últimas semanas del campeonato. Si no me creen, pregúntenle a Tigres.
la mano de Caixinha
Poco a poco se empiezan a ver resultados del trabajo del técnico portugués. Siguió con la inercia que traía Jémez, y parece ir por buen camino. Si bien no es un juego deslumbrante, sí juegan mucho más ordenados y con una idea poco a poco más clara.
Aún no despiertan sus refuerzos
Quizá por la adaptación, pero los refuerzos no despiertan del todo. Montoya aún no saca todo el talento que tiene. Gullit no termina de convencer. De lo mejorcito son Salas y Madueña, pero se nota que aún necesitan tiempo para acoplarse al estilo de juego de La Máquina. Es cuestión de unos cuantos partidos para que sean un equipo competitivo en todas sus líneas.
La desesperación no es buena
No deben encender las alarmas, mucho menos dejar de soñar. En el momento en que la afición celeste deje de creer en su equipo, todo se derrumbará. Dicho esto, mejor vámonos con calma y nos amanecemos. Seguro volverán a levantar el vuelo.
Aún pueden recomponer el camino
A pesar de perder el invicto, no todo el balance es negativo. Lo mejor que pueden hacer es sentarse, analizar lo que han trabajado bien y retomar ese rumbo.
Tienen una delantera de lujo
Vamos mis chemos, no se agüiten. Tienen grandes jugadores en su equipo. Con un Carlos Fierro en plan grande, un Felipe Mora que va que vuela para ser un killer (aunque a veces pierda la cabeza), más la habilidad de Rodríguez y Méndez, no den pauta a dar todo por perdido.