Fue aquel junio de 1993. Los directivos de la FMF formalizaron una serie de encuentros amistosos en contra de la Selección de Costa Rica, y otro más frente al Atlético de Madrid, que venía como parte de una gira de pretemporada por América con Luis García como protagonista principal. La única cuestión era la fecha en que iba a jugarse, pues no había día de descanso entre cada encuentro.
Sin marcha atrás, Miguel Mejía Barón, entonces técnico de la Selección Mexicana, decidió convocar a una selección 'B' que enfrentaría al cuadro 'tico' en el estadio Azul, mientras el equipo titular se vería las caras contra los Colchoneros en el Estadio Azteca.
En aquella ocasión, el estratega nacional decidió echar mano de Ricardo Ferretti, quien dos años atrás había iniciado su carrera como director técnico de Pumas, para que estuviera a cargo del cuadro alternativo. Esa fue la primera vez que el Tuca vistió la camiseta tricolor, dejando como resultado una victoria de 2-0 para los locales.
Al día siguiente, Mejía Barón, ahora auxiliar técnico de Ferretti en Tigres, tuvo una desastrosa actuación con el combinado azteca, con el que perdió 2-3 frente al Atleti, con un tremendo juego de Luis García, quien marcó en dos ocasiones y asistió para la tercera con el cuadro español.
Más que por sus goles, el partido será recordado por la batalla campal que se dio después de una jugada de José Luis Ramírez Perales por la banda. Los 22 jugadores que estaban en el campo, y los muchos otros en el banco, se enfrentaron a puños y patadas a lo largo de la cancha del Estadio Azteca.
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