Muchos aficionados se preguntan si la presunta agresión de Miguel Herrera, técnico de la Selección Mexicana, al comentarista de Tv Azteca, Christian Martinoli, podría ser argumento para la destitución de su cargo o un castigo designado por la Federación Mexicana de Futbol. Sin embargo, en los últimos años los casos parecidos se han sancionado por demandas judiciales más que en lo deportivo.
Aunque en el reglamento de la FMF no indica una sanción explicita, en el Capítulo Tercero sobre faltas cometidas por directores técnicos y/o entrenadores que se dan fuera del terreno de juego, indica que dependiendo del tipo de falta el caso será remitido a la Comisión Disciplinaria para que, por medio de cuando menos tres miembros, se analice si se debe aplicar una sanción o no les compete.
En el 2012, Hristo Stoichkov, exestrella del FC Barcelona y entrenador del Litex Lovech de Bulgaria, fue investigado por las autoridades de Chicago debido a presuntas lesiones corporales en contra de un reportero. En aquella ocasión el periodista Svetlozar Momchilov, dueño del periódico Bulgaria Now, que se publica en Estados Unidos, emprendió una demanda en la que aseguraba que el entrenador lo golpeó cuando le pidió una entrevista sobre un tema incómodo.
También en 2011 se condenó al técnico de futbol basileño, Emerson Leão, a pagar una indemnización de poco más de 12,600 dólares a un reportero al que agredió. El entrenador dio un golpe en el rostro al periodista José Henrique Semedo, de Rádio Central de Campinas. Más tarde, el reportero emprendió una demanda, pero la federación de su país no aplicó ningún tipo de sanción. El juez encargado del juicio estableció que siendo una figura pública, el técnico debería saber cómo lidiar con la prensa. “Una persona pública tiene que estar dispuesta a recibir el asedio de los críticos, incluyendo el de la prensa, con un nivel de tolerancia mayor”.