Chicharito lo ha logrado. El estado de bienestar se ha instalado en el madridismo y todo gracias al gol del minuto 87. El Real Madrid dudaba y ahora vuelve a creer en un equipo que todavía puede pelear por La Liga y por lograr la Undécima Champions. Pero ese gol también ha cambiado la vida del delantero.
El punta esperaba el final de temporada, refugiado en su tranquila vida en Madrid. Sabía que el billete de retorno, abierto desde su llegada, tenía fecha de emisión. No contaba con seguir en el Real Madrid como consecuencia de lo que estaba viviendo, pero un gol ha conseguido el milagro: su vida ha cambiado, se ha vuelto intranquila, al menos para saber si debe o no regresar a Manchester.
Chicharito lleva dos semanas reivindicando su figura. En tres partidos ha sumado un tercio de esos poco más de 800 minutos que suma en los 25 partidos donde ha pisado en el césped. El gol ante el Atlético ha metido al Madrid en las semifinales por quinto año consecutivo; también ha dejado la decisión de regresar a Old Trafford en suspenso.
No es que un gol valga los 20 millones de euros que costaría su permanencia en el Bernabéu, pero sí ayuda a voltear la situación del mexicano. Al menos, ya hay dudas. Algunas voces dentro del madridismo reclaman más oportunidades para Chicharito.
En los próximos días habrá una decisión definitiva, pero mientras llega ese momento el delantero se ha conjurado para aprovechar los minutos que Ancelotti decida colocarle sobre el terreno de juego. Quiere poner en un aprieto a los dirigentes del Real Madrid y sabe que eso pasa por ser decisivo, tal y como lo fue el pasado miércoles.
Todo indica que Chicharito se ha ganado a Ancelotti. A la afición se la ganó desde el primer minuto con la cercanía, acierto y entrega. Ahora sólo falta convencer a los dirigentes. Goles como el logrado ante el Atlético ayudan y mucho.
Hasta el regreso de Benzema, le quedan otros 10 días fuera de las canchas, Chicharito parece haberse ganado la condición de titular. El próximo domingo ante el Celta nueva oportunidad para el delantero.