Más de tres décadas atrás, en 1991, la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) se encontraba en un momento crítico tras la vergonzosa eliminación en la Copa Mundial de Italia 1990 por el caso de los “Cachirules” y una nueva derrota en las semifinales de la Copa Oro ante Estados Unidos. Buscando un nuevo rumbo y con la ambición de iniciar una nueva era, los entonces directivos Francisco Ibarra y Emilio Maurer decidieron apostar por un entrenador de renombre: César Luis Menotti, el “Flaco” que había llevado a la Selección Argentina a la gloria en el Mundial de 1978.
César Luis Menotti, un líder con una visión ambiciosa
Menotti, con 53 años en ese entonces, llegó a México con una frase que reflejaba su ambición y determinación: “Yo vengo aquí para ser Campeón del Mundo, no vengo aquí para perder el tiempo. Es un desafío y quiero un equipo con esas aspiraciones y para eso necesitamos estar todos convencidos“.
Su objetivo era claro: cambiar la mentalidad del futbolista mexicano, dotarlo de confianza y herramientas para competir al más alto nivel. Menotti buscaba crear un equipo que no se achicara ante ningún rival y que pudiera competir de tú a tú con los mejores del mundo.
Un cambio de mentalidad y resultados prometedores
El “Flaco” comenzó a implementar su filosofía desde el primer día. Poco a poco, fue transformando la mentalidad de los jugadores, haciéndolos más seguros de sí mismos y brindándoles las claves para un juego efectivo en la cancha.
Bajo su dirección, México obtuvo resultados positivos en su mayoría. Un empate 1-1 ante Alemania en Dresden, en ese entonces campeona del mundo, fue un claro ejemplo del potencial que el equipo estaba desarrollando. Además, en las eliminatorias mundialistas rumbo a Estados Unidos 1994, el Tri arrasó en su grupo, dejando en claro su dominio en la región.
Menotti también impulsó la carrera de jóvenes talentos como Jorge Campos, Claudio Suárez y Luis García, quienes se convertirían en figuras clave de la Selección Mexicana en el Mundial de 1994.
César Luis Menotti, un final abrupto por conflictos en la FMF
A pesar de los avances y el futuro prometedor, el proyecto de Menotti se vio truncado abruptamente por una lucha de poderes en la FMF. La salida de Francisco Ibarra y Emilio Maurer, los directivos que lo habían traído, tras problemas con Televisa por derechos televisivos, provocó un vacío en el liderazgo y en la confianza hacia el entrenador.
Menotti, fiel a sus principios y en solidaridad con los dirigentes que lo habían apoyado, decidió renunciar al cargo. En una entrevista de aquellos años, el “Flaco” lanzó una frase que sigue siendo relevante hoy en día: “México no tiene conciencia de Selección Nacional“.
Un legado que perdura en el futbol mexicano
César Luis Menotti falleció este domingo 5 de mayo a los 85 años de edad, dejando un legado imborrable en el fútbol mexicano. A pesar de su corta estancia en el país, su impacto fue significativo, ya que logró cambiar la mentalidad y el juego de la Selección Nacional.
Su visión ambiciosa, su filosofía futbolística y su capacidad para desarrollar el talento de los jugadores lo convirtieron en un referente para el fútbol mexicano. Si bien su proyecto no pudo llegar a término por motivos ajenos a él, las semillas que sembró Menotti dieron frutos en el futuro y siguen inspirando a las nuevas generaciones de futbolistas y entrenadores.
La frase de Menotti sobre la “conciencia de Selección Nacional” sigue resonando hoy en día, como un llamado a la unidad y al compromiso con el fútbol mexicano como algo más que un simple producto comercial.