En la primera mitad de los años 90's Salvador Martínez Garza tomo las riendas del Guadalajara, comprometido a devolver la gloria al entonces equipo más ganador en la historia del futbol mexicano.
Habiendo conseguido su último título en la temporada 1986-87, las populares Chivas estaban necesitadas de un título más en sus vitrinas. Martínez Garza, aficionado rojiblanco desde la cuna, soñaba con ver a su Rebaño levantar el décimo trofeo, y para ello decidió invertir millones llevando a los mejores jugadores a las instalaciones de la calle Colomos.
Encabezados por ahora leyendas como Ramón Ramírez, Missael Espinoza, Claudio Suárez, Alberto Coyote, Alberto 'Guamerú' García y Daniel Guzmán, las Chivas conquistaron el máximo cetro del balompié azteca de manera espectacular.
Comandados por Ricardo Ferretti, los rojiblancos terminaron la temporada regular del Verano 1997 en el segundo puesto con 34 puntos, 3 por abajo del América. La jornada 17 cerrarían con una victoria 2-0 sobre Toros Neza, a quienes se encontrarían en la gran final.
Para llegar a la última estancia, el equipo del 'Tuca' pasó por encima de Santos con un global de 6-1 y empató 1-1 con Morelia, clasificándose por la posición en la tabla.
Una soñada gran final contra las Águilas no se materializó, sin embargo se encontraron de frente con un rival que marcó época. Aquel equipo de Toros Neza, inmortalizado por el juego, los disfraces y las máscaras de Miguel Herrera, Antonio Mohamed, Germán Arangio, Rodrigo Ruiz y Pablo Larios, estaba listo para hacer historia . La presión era para el Rebaño, los dirigidos por Enrique Meza no tenían nada que perder.
La final de ida en el Neza 86 terminó con un 1-1 que no dejaba nada definido. El Estadio Jalisco sería testigo de la décima o de la primera, la página en blanco estaba lista para ser escrita.
El abrasador calor del verano tapatío recibió a los 22 jugadores sobre la grama de la Avenida Independencia. Las gradas se pintaron rojiblancas y cantaban a una sola voz '¡Chivas, Chivas!'
La historia es harto conocida. El 'Gusano' Nápoles dejó un festejo grabado para la historia, sus cuatro goles acabaron con las aspiraciones del colorido equipo de Ciudad Neza. 'Tilón Chávez y Manuel Martínez cerraron la cuenta para el impresionante 6-1 (7-2 global) que elevo a Chivas aún más alto en el Olímpo del futbol mexicano.
El equipo que construyó Martínez Garza queda en la memoria de la fiel afición como uno de los más queridos en la historia chiva. Aquellos hombres dieron vida a una leyenda que nunca se olvidará.
Aquel 1° de junio de 1997 se recordará como el día que se consagraron las 'Súper Chivas'.