El regreso de Javier Aguirre a la dirección técnica de la Selección Mexicana ha encendido una llama de esperanza entre los aficionados al fútbol en México. En su tercera etapa al frente del equipo nacional, el ‘Vasco’ Aguirre ha manifestado sus primeras impresiones y objetivos, generando una oleada de optimismo hacia el futuro del Tri, particularmente en el camino hacia el Mundial de 2026.
Los motivos que ilusionan a México
En un emotivo mensaje, Aguirre expresó su visión sobre el estado actual del equipo y la necesidad de retomar procesos más estructurados.
“Yo veo un equipo mentalmente fuerte, pero se han olvidado un poco los métodos o los procesos en el afán de buscar resultados rápidos”, comentó.
Este reconocimiento de los desafíos que enfrenta la selección y su compromiso por restaurar una metodología más sólida ha resonado profundamente con la afición, que anhela una mejora tangible en el desempeño del equipo.
Javier Aguirre, quien tiene una extensa trayectoria como entrenador, reconoció que su regreso no es solo una oportunidad profesional, sino también una misión personal.
“Siento que es momento, luego de 22 años de dar vueltas, volver a mi país y hacer algo por él”, afirmó.
Este sentimiento de retorno a casa se enriquece con su experiencia vivida en el Mundial de 1986, lo que le proporciona una perspectiva única sobre la importancia de competir en un torneo mundial en su propio suelo. La emoción de aquellos días gloriosos en el Estadio Azteca sigue viva en su memoria, y su deseo es transmitir esa misma pasión y compromiso a los jugadores actuales.
Respeto y apoyo hacia Jaime Lozano
El ‘Vasco’ mostró respeto y apoyo a Jaime Lozano. Aceptó la invitación de la Federación Mexicana de Fútbol, una decisión difícil pero inevitable.
“Apoyé a Jaime Lozano hasta el final, pero esto es de resultados. Es difícil decirle que no a la Federación Mexicana de Fútbol”, comentó Aguirre, reafirmando su compromiso con el éxito del equipo.
Reflexiones sobre los Mundiales de 2002 y 2010
En cuanto a sus propias experiencias pasadas, Javier Aguirre no eludió sus errores. Reconoció que los fracasos en los Mundiales de 2002 y 2010 le enseñaron lecciones valiosas.
“Hay dos momentos que me marcaron para mal, como fracasos, los dos mundiales”, confesó. Su autocrítica y disposición para aprender de sus errores muestran un enfoque renovado y una determinación por superar los obstáculos del pasado.
El regreso del Vasco se percibe como una promesa de renovación y progreso
El regreso de Javier Aguirre a la Selección Mexicana no solo se percibe como una oportunidad para revivir el espíritu competitivo del Tri, sino también como una promesa de renovación y progreso. Con su experiencia y visión, Aguirre lidera una nueva era de esperanza para México, con el objetivo de brillar en el Mundial 2026.