La panenka de Alexis dictó todo. Chile grita a todo pulmón su debut en el sitio glorioso de América y Arturo Vidal celebra y abraza la gloria como una vieja amiga. Tras lo sucedido al inicio del torneo continental, el Rey Arturo supo que la monarquía andina necesitaba de él más que nunca. Aunque su mente nunca dejó de proyectar aquella fatídica noche en Berlín enfundado en la camiseta de la Juventus.
Las sensaciones vividas aquel 6 de junio no parecían ser demasiado diferentes a las de hoy. Arturo Vidal tuvo ante sí al mejor equipo del certamen, mismo que era liderado por Lionel Messi. El prólogo parecía estar escrito por el mismo artista fatalista. Sin embargo, el ocho chileno se apoderó del tintero y dirigió el final hacia una imagen más agradable.
Aunque el rey no celebra en solitario. No cabalgó con Pogba o Marchisio, pero sí bebió el elixir de la victoria con escuderos como: Díaz o Valdivia. El sol ya ilumina las tierras olvidadas de todo