Centro de Lucas Lobos, recentro de Amione y Velázquez anota de zurda. La Copa se pinta de escarlata. ¿Cómo no soñar con un Toluca que es monarca en torneos cortos con siete coronas?
Un disparo de Velázquez pasa por encima de la meta chiapaneca. En respuesta un aficionado diablo brinca, baila, se sonríe. ¿Cómo no aspirar a campeón si Jaguares no derrota al Toluca en el Nemesio Díez desde hace nueve años?
De tiro libre Diego de la Torre empata el marcador para los de Chiapas. No importa. El gol no desanima, el trabajo del torneo regular le sonríe a Toluca. Además De La Torre le acaba de anotar al equipo que lo debutó, que en su conciencia quede.
Minutos después Lucas Lobos casi marca un gol olímpico. Los escarlatas se frotan la cara desesperados. Luego vuelve el ánimo ¿Cómo no acariciar el titulo si Amione hace de las suyas?, esta irreconocible no marcaba en Liga desde enero de 2014 y su reencuentro con el gol se da en el momento justo, en la liguilla.
Inicia el segundo tiempo, Talavera rechaza con dificultad un disparo potente de Armenteros. La Perra Brava entona a mayor volumen, la barra nota que la incertidumbre no le sienta bien a Cardozo que ya grita desesperado desde la banda.
Ríos manda un disparo que se desvía en Lobos y luego Jiménez se queda con el balón. “El que perdona pierde”, asegura una consigna futbolera. Pero la idea de acceder a semifinales sigue intacta para los locales. ¿Cómo no, si Toluca fue uno de los dos equipos que más disparos a puerta hizo en torneo regular (92)?
Los minutos corren, lentos para Toluca y rápidos para Jaguares. Pita el silbato. Los Diablos festejan, acarician el titulo y ¿cómo no? que teman todos que el diablo está dentro y tiene más de una razón para soñarse campeón.