Grecia ha detenido el balón debido a la violencia. Stavros Kondonís, ministro de Deportes, anunció este miércoles que todas las divisiones del futbol griego estarán suspendidas hasta nuevo aviso, luego del los graves incidentes en el encuentro entre Panathinaikos y al Olympiacos.
La jornada 25 de esta liga se vio empañada por los actos de la afición local, cuando invadieron el terreno de juego para atacar y lanzar bengalas a la plantilla del Olympiacos mientras calentaban y repitieron al final del partido. La policía combatió a los agresores con gas lacrimógeno y sólo de esa forma pudo desalojarlos.
Mientras las imágenes dan la vuelta al mundo, las autoridades trabajan para evitar nuevos hechos violentos y utilizarán el receso forzado en las ligas para acordar las medidas de seguridad que serán obligatorias previo al arranque de la próxima temporada. Los dirigentes de las distintas divisiones se reunieron y, como ha ocurrido en otras partes del mundo, expusieron la idea de un sistema electrónico de identificación a la entrada de los estadios, que sería de gran ayuda para ubicar la zona, el asiento y otros datos del agresor.
Además, proponen la eliminación de los grupos de fanáticos y la instalación de cámaras de seguridad alrededor del recinto. El ministro de Deportes, los representantes de las ligas menores y el presidente de la Federación de Futbol Griego acordaron imponer la suspensión e iniciar cuanto antes la aplicación de estas medidas.
De acuerdo con medios griegos, la pausa podría prolongarse por dos o tres semanas. La lucha contra la violencia fue la bandera de Stavros Kondonís al tomar el cargo, y pretende demostrarlo con esta campaña