Alguien muy poderoso quiere acabar con el mandato de Joseph Blatter. Digo muy poderoso porque no cualquiera se atrevería a destapar una trama de corrupción que involucra a muchos países y mucho dinero. Que sea Estados Unidos a través del FBI quien comande esta investigación y la haga pública dos días antes de que se lleven a cabo elecciones para reelegir o elegir a un nuevo presidente de FIFA, no parece una mera coincidencia, sino un mensaje político con un objetivo claro y preciso, tumbar la posibilidad de que Joseph Blatter se reelija por cuatro años más.
El FIFAGate tiene varias aristas. ¿Por qué Estados Unidos quiso que esta investigación diera a luz la misma semana en la que se llevan a cabo las elecciones en Suiza? pensando mal, valdría la pena recordar que desde 2007 el país de las barras y las estrellas anunció que competiría por organizar el Mundial de 2018 y dos años después informó que también optaría por la de 2022, pero el desenlace lo dejó sin candidaturas, la FIFA, en una votación que hoy se describe como oscura, le otorgó la organización del Mundial de 2018 a Rusia y la de 2022 a Qatar. No sería extraño que el FBI, al descubrir una trama de corrupción tan grande como el poder que tiene FIFA en el fútbol mundial, haya encontrado un pequeño rayo de luz para organizar el mundial que tanto deseó en caso de que se demuestre que la elección de Rusia y Qatar estuvo amañada.
Pero, ¿Estados Unidos estaría dispuesto a elevar la tensión política que mantienen con Rusia desde hace algunos años por la organización de un Mundial?, parece que sí, o al menos así recibió el mensaje Piutin, que al poco tiempo de destaparse el escándalo se pronunció al respecto y aseguró que Rusia está enterada de la presión que recibió Blatter para prohibir que le dieran el Mundial a Rusia, mientras que su cancillería instó a Washington a dejar de juzgar más allá de sus fronteras de acuerdo con sus normas legales, hecho que invita a pensar que Rusia le está advirtiendo a Estados Unidos que nada se cruzará en su camino para organizar el Mundial.
Como diría Gil Gamés, todo es muy raro. Es muy raro que de los catorce hombres involucrados en la investigación, la mayoría tengan puestos directivos y de mucho peso en las decisiones del organismo rector, y que Blatter, siendo la cabeza, no se haya dado cuenta de lo que ocurría en sus esferas más cercanas, a menos que -soy muy mal pensado-, Blatter haya pactado su salida de FIFA a cambio de que el FBI no lo involucrara en la investigación. Todo es muy raro. Es muy raro que varios de los detenidos hayan estado en Suiza varios días antes de la votación y no hayan querido amarrar los últimos detalles para conseguir los votos que marcaran la diferencia en favor de la reelección de Blatter.
Pero insisto, ¿por qué Estados Unidos?, bueno, podríamos pensar que los argumentos de nuestro país vecino son que encontraron un desvío por 110 millones de dólares para sobornar a dirigentes de CONMEBOL para la obtención de los derechos de retransmisión de la Copa América Centenario que se llevará a cabo en suelo estadounidense, pero sería ingenuo pensar que Estados Unidos se haría de una serie de enemigos muy poderosos a cambio de desnudar la corrupción en esa confederación, que, además, involucra a otra, la CONCACAF, en donde México es protagonista, a menos de que Estados Unidos haya decidido entrar de lleno al futbol y tenga una estrategia para a corto plazo obtener poder dentro de FIFA.
Y a todo esto, ¿México estaría involucrado?, difícil pensar que no teniendo en cuenta que la Federación Mexicana es la más que más poder ejerce en CONCACAF porque es la que más dinero mueve en la zona. Todo es muy raro. Raro es que el presidente de la FEMEXFUT dejara el cargo dos días antes de que se diera a conocer el escándalo. Algunos dirán que ya estaba pactada, que es verdad, desde hace un mes se sabía que Justino Compeán se iba, pero ¿alguien puede asegurar que los presidentes de las diferentes federaciones de la CONCACAF no estaban enterados de que próximamente saldría un informe que pondría a la FIFA de cabeza y que mancharía la pelota en todo el continente americano? No, nadie puede asegurar que no sabían. No digo que Compeán esté involucrado, solo digo que hay coincidencias que a veces me hacen pensar. Y mientras redacto este análisis, sale una noticia que me hace creer que soy un mal pensado, porque la CONCACAF decidió hacer movimientos internos por la detención de Jeffrey Webb, que hasta ayer era presidente y hoy está detenido, y Compeán formará parte de un comité especial para resolver los asuntos pendientes de dicha confederación, ¿por qué Compeán aceptaría esta responsabilidad sabiendo que podría estar siendo investigado? no entiendo…
Y ya entrados en materia, ¿el que quiere quitar a Blatter quiere poner a un príncipe millonario que se ha encaprichado con el futbol?, difícil respuesta. Si no me explicada que Figo declinara su candidatura argumentando que había mucha suciedad en la FIFA, tampoco me explico que Estados Unidos, por ejemplo, quisiera poner a un príncipe jordano al frente del organismo rector del fútbol mundial. Por eso tampoco me suena extraño que Platini pida que se pospongan las elecciones, quizás gana tiempo y hay oportunidad de meter a un candidato que comulgue con el balompié europeo. Todo es muy raro. Estados Unidos a través del FBI comandando una investigación que implica a muchos países y muchos intereses cuando el fútbol le importa poco. Se revela escándalo de corrupción en altos mandos en la misma semana en la que se realizan elecciones a la presidencia de FIFA. Los arrestados por este caso estaban en Suiza una semana antes de que se emitiera el sufragio. El presidente de la Federación Mexicana renuncia cinco días antes de la elección. Autoridades suizas abren un expediente penal por sospechas de gestión desleal y de lavado de dinero en relación con la elección de Rusia 2018 y Qatar 2022. ¿Alguien tiene duda de que estamos ante un proceso electoral para gobernar el mundo del fútbol?, yo no, alguien quiere la cabeza de Blatter a cualquier precio.
