Por Rubén Ramos
No huele ya apesta a Mundial por todos lados. Nuestra selección se prepara para jugar con todo, esperemos que no lo hagan con nuestras ilusiones. Es una tradición poner toda nuestra esperanza en ellos y a la mera hora nuestro corazón futbolero se rompe. Como una prevención de lo que pueda suceder, le recomendamos a los siguientes profesionistas que se pongan las pilas para lo que se les pueda venir en julio.
Psicólogos
Cuando vimos el grupo que nos tocó inmediatamente los aires de tragedia comenzaron a entrar por nuestra mente. No se ve fácil la cosa y por aquello de que nos regresen en tres partidos, los consultorios en los especialistas de la mente estarán más que abarrotados.
Dentistas
El futbol con las chelas es como la uña y mugre, seguro veremos a muchos sacar su raro poder cuando no hay destapador. Se ponen a abrirlas con los dientes lo que garantiza que en el Mundial existan muchas pérdidas, los dentistas harán su agosto en julio.
Cardiólogos
El escenario perfecto sería que México terminara primero de grupo para que se nos abra el mar. Eso significaría que ganamos los tres partidos de grupo, vencimos a Costa Rica en Octavos y después a Inglaterra en Cuartos. Todo terminaría en semis con demasiadas emociones para nuestro débil corazón lastimado por ella, entonces no habría más remedio que revisarnos con el especialista.
Nutriólogos
Aquí hay de dos opciones, la primera sería que te diera una indigestión marca diablo por todas las botanas que te vas a empacar o de la depresión por ser eliminado te acabes todo el refrigerador. Si no vas a tiempo corres el riesgo de no poder comer las delicias que se preparan para celebrar la Independencia.
Ejecutivos telefónicos
Los clientes de las tarjetas van a gastarlas como si fueran recargables sin darse cuenta de sus excesos. Al ver su estado de cuenta verán las consecuencias de su pasión futbolera, pero al ser mañosos por naturaleza abarrotarán los call center en busca de algún descuentito… Una cosa lamentable.
Electricistas
Siempre la euforia para bien o para mal nos gana. Eso provocará que existan varios cortes de luz en la ciudad porque algunos se van a alocar en los festejos o provoquen un corto circuito por un objeto aventado. A veces llevamos hasta el último extremo nuestra pasión futbolera.