Por Rubén Ramos
Otra vez el temperamento de Jesús Corona es noticia sobre él. Alguien que le aconseje que se comporte, no le vendría mal, sobre todo porque se acerca el Mundial. Mientras tanto, aquí le damos unas sugerencias fílmicas para que se relaje y vea cómo le ha ido a los que se enojan bastante.
La momia
Si tuviéramos el pasado de Imhoptep, con todo lo que le hicieron antes de meterlo en un sarcófago, al salir andaríamos igual de molestos. Su ira no lo llevó a nada bueno. Hasta se podría decir que repitió su misma historia este muchacho. No aprendió nada.
Volver al futuro
La actitud de Biff no lo lleva a nada bueno. Pasarse de lanza con George Mcfly únicamente lo alejó de su crush Loraine. Su víctima es elegido por la que él quería como su chica y su futuro es el de un perdedor en todos los sentidos. Aquí se demuestra perfectamente que quien se enoja, pierde.
Shrek
El gruñón del pantano era un ogro solitario. Siempre estaba enojado hasta que invadieron su querido hogar. Irónicamente defender lo que tanto le gustaba le cambió todo. Tuvo amigos, conoció el amor y formó su familia. Ese carácter agrio lo volteó para salvar vidas, incluso ayudó al Rey Arturo para que fuera un buen rey. Aquí es al revés: cuando se comporta, le va bien.
Karate Kid 3
La ardidez del sensei John Kreese después de ser humillado por el señor Miyagi en la primer película provoca que su furia la quiera transformar en venganza. Arma un plan junto con su mano derecha, Terry Silver, para destruir al buen Daniel San. Al final todos sus planes son en vano cuando Larusso sale victorioso nuevamente.
Rápido y furioso
El malhumorado Toretto en un inicio parece no querer tener a nadie cerca. Con el pasar de las películas forma una gran alianza con Brian O'Conner. Termina por formar una gran familia y se vuelve el personaje más querido por todos. Una vez más se refleja que un cambio de carácter no le caería mal al buen Corona.