Por: Ángel Armando Castellanos
Ni Chivas, ni Pumas. Mucho menos Cruz Azul. El verdadero fantasma del América en las liguillas se llama Pachuca. La juventud, el divino tesoro de los hidalguenses, se ha cansado de provocar lágrimas en los azulcremas.
De cuatro series disputadas en liguilla tres han sido albiazules. Las tres han estado marcadas por el perfil bajo que tanto le gusta a los hidalguenses. Cuando el América se siente más capaz de ganar, los Tuzos roen el Nido y salen riendo.
América 1-1 Pachuca (Verano 2001)
Mayo de 2001. Ciudad de México. Cuartos de final. Una de las representaciones hidalguenses con mayor representación mexicana enfrentaba a un América presuntoso, portentoso, imponente. Luis Hernández, Iván Zamorano, Frankie Oviedo y demás estrellas eran dirigidas por Alfio 'Coco' Basile. La ida terminó 2-0 a favor de los Tuzos, (comandados por Javier Aguirre).
En la vuelta Braulio Luna ilusionó a las huestes azulcremas desde el minuto 5. Al 90' llegó la sonrisa visitante. Cesáreo Victorino -en ese entonces promesa mexicana- puso el empate y sepultó a los azulcremas.
América 1-2 Pachuca (Clausura 2007)
Aquellos Tuzos jugaban con un estilo agradable a la vista. Aquel América tenía sed de ganar otra estrella y de despedir a la suya con honores. Cuauhtémoc Blanco quería irse de México con un título. Juan Carlos Cacho le dijo que no. Con dos goles en el Estadio Azteca adelantó a los Tuzos. La vuelta, en el Hidalgo, acabó 1-1 (golazo de Blanco incluido) y provocó el festejo de los albiazules.
América 3-4 Pachuca (Clausura 2015)
Otra vez el presuntuoso América. Otra vez el juvenil Pachuca. Los hidalguenses llegaban con un 3-2 favorable logrado en el otrora llamado “Huracán”. Los azulcremas sintieron la alegría de irse al frente en el marcador en dos ocasiones. Los albiazules respondieron y volvieron a roer el Nido en los últimos instantes del partido.