Sí, así como lo escuchan: Mourinho se sigue metiendo en problemas. Hace unos días fue advertido por la FA debido a que le gritó de cosas a Anthony Taylor y ahora recibió una penalización por volver a insultar a un árbitro.
Sucedió en el partido ante Burnley, cuando Jon Flanagan golpeó a Matteo Darmián dentro del área y Mark Clattenburg, quien tiene más de diez años de experiencia, no marcó penal. Mou, como era de esperarse, se volvió loco y empezó a maldecirlo desde la banca.
Ante tal comportamiento, el portugués no podrá dirigir en el partido ante Swansea y tendrá que pagar 50,000 libras (nada más). ¡Ay, Mou!