El tiempo apremia al Tricolor. Mantiene con la mente ocupada a Juan Carlos Osorio. En 11 días enfrentará a El Salvador en el arranque del camino rumbo a Rusia 2018. Sabe que es crucial iniciar con un triunfo. Igual sabe que no será fácil. “No es casualidad que México haya sufrido en las últimas Eliminatorias”, asegura.
Conversa con FIFA.com al respecto. Quiere evitar a toda costa que la llegada al Mundial sea tan complicada como en tres de los últimos cuatro procesos. Cinco entrenadores (Enrique Meza, Sven Göran Eriksson, José Manuel de la Torre, Luis Fernando Tena y Víctor Manuel Vucetich) vieron truncada su trayectoria al frente del Tri por poner en riesgo la participación en la justa.
“La tecnología ha hecho que las diferencias entre selecciones sean cada vez menos marcadas”, considera. Para evitarlo “debemos entender a qué y cómo juegan los rivales, y decidir estratégicamente cómo enfrentar cada juego”. Después tocará elegir a los futbolistas adecuados para plasmar la idea en la cancha.
Juan Carlos nunca ha dirigido a una selección nacional. “¿Valía la pena hacer ese cambio a mis 54 años?”, se cuestionó antes de aceptar la oferta de la Federación Mexicana de Futbol. Sabe que no será fácil el cambio. Disfruta el trabajo del “día a día” que es habitual realizar en un club. Ahora tendrá que “ver muchos partidos, a muchos futbolistas y anticiparme a las posibles situaciones que sucedan en el terreno”.
Le sobra confianza en el futbol mexicano. Estuvo en Puebla a principios de 2012. Ahí descubrió el trabajo que se realiza en categorías inferiores. Los torneos Sub 17 y Sub 20. “No es casualidad entonces que sea protagonista en selecciones menores”, expresa.
No quiere que México se quede en eso. Su trabajo es ayudar a que México trascienda. “Esta es una generación privilegiada y el potencial está ahí para ir más adelante”, asegura.
Para lograrlo buscará imitar el trabajo de Sir Alex Ferguson. Buscará que su equipo esté conformado por elementos “que entiendan que lo más importante debe ser el fútbol, el juego como tal. No la fama, la fiesta o el dinero. Jugadores para los que sea un honor estar en la Selección”.
Igual comprende que con la edad de la mayoría no se puede cambiar lo mental. Su trabajo será “conocerlos a todos, conversar con ellos e identificar a aquellos que tengan ese sueño”. Sólo así podrá ayudar al Tricolor para que deje de ser el ya merito a nivel mayor.