Por Carlos Pérez
Algunos dicen que fue producto de una jugada futbolera y otros que Sergio Ramos actuó de mala fe en contra de Mohamed Salah, quien salió entre lágrimas después de una lesión en el hombro que pone en duda su participación en Rusia 2018.
Lo que es un hecho es que no es la primera vez que el capi de los merengues se ve envuelto en una polémica de este tipo. Meses antes del Mundial de Alemania en un juego entre el Zaragoza y el Madrid, Ramos chocó al Chupete Suazo, quien salió de cambio a los 20 minutos.
Justo esa jugada le provocó una luxación por rotura parcial del ligamento gleno-humeral inferior, que si bien no lo dejó fuera de la Copa del Mundo, no le permitió llegar en su mejor forma con la selección de Chile.