Por Alejandro Miranda
La sufrieron gacho toda la hinchada de Tigres, no solo por la Cruzazuleada de su equipo, también por el trato que recibieron por parte de los fans del Herediano.
Su invasión se torno de un color feo al sufrir de maltratos, insultos y robos; algunos incluso a mano armada. La mayoría de los 900 fans terminaron por no pasarla bien antes y después del partido.
En entrevista para MedioTiempo Samuel Reyes, líder de los Libres y Lokos confesó que además de dinero, les robaron las mantas con las que apoyan al equipo las cuales los vándalos se encargaron de ponerlas de cabeza para presumir su victoria.
Por suerte de nuestros compatriotas no hubo peleas o un caos de mayor grado gracias a que eran barras pequeñas y sin nombre aunque eso sí, los ticos no se cansaron de provocar e impedir la entrada al estadio debido a que “no se permitían barras por accidentes en la liga local” algo que hizo que los regios se perdieran el primer tiempo.