Por Asairi Nava
Matías está a 90 minutos de convertirse en el segundo técnico más ganador y el segundo en conseguir un título internacional con Chivas. ¿Qué es lo que permitió que el Pelado conduzca a sus pupilos a jugar otra final en el poco tiempo que lleva dirigiéndolos? Aquí las siete claves.
Compromiso por mejorar
Es un técnico apasionado, lo que ayuda a que busque formas de aprovechar al máximo las capacidades y cualidades de sus jugadores. Maneja muy bien los tiempos del juego, opta por descansar a futbolistas cuando no necesitan tanto desgaste o cuando el juego ya no los requiere. Esto último le permitió contar con su plantel completo en óptimas condiciones para enfrentar al Toronto en su casa.
Su liderazgo
El Pelado siempre se muestra accesible ante cualquier duda o hecho que moleste a los integrantes de la plantilla, algo que le cae muy bien a los jugadores, quienes lo buscan para desahogarse o conseguir un consejo. También les exige cierta disciplina que deben tener en los entrenamientos y fuera de ellos, como el caso de estudiar una licenciatura y obtener buenas calificaciones para ganarse un lugar en el juego. Saben que pueden contar con él en todo momento, pero si rompen las reglas pueden ser tachados o eliminados del club.
Se pone al nivel de los jugadores
Les demuestra que es uno más del equipo, que no hay distinciones entre su cuerpo técnico y los jugadores, para poder generar un ambiente de confianza y sobre todo llevar una excelente unión dentro del vestidor.
Tiene un equipo equilibrado
Es algo que resaltan sus rivales. El Rebaño con plantel completo luce muy bien tanto al ataque como en la defensa. Además de saber cambiar el rumbo de su equipo cuando más se necesita, como es el hecho de mandar marcas individuales en partidos decisivos. Así fue como anuló la producción ofensiva de Sebastian Giovinco con la marca pegajosa de Michael Pérez.
No se estanca en los fracasos
No se siente derrotado y en lugar de ponerse a llorar por no obtener buenos resultados, se dedica a planear su siguiente juego buscando que los cambios en la estrategia o en su parado le concedan triunfos o títulos en el futuro.
Confía en la cantera
Sabe que las fuerzas básicas son un semillero que puede en algún momentos nutrir a su primer plantel, por lo que confía y le da muchas oportunidades a los jóvenes en el primer equipo.
Trabaja el aspecto mental
Es consciente que los límites se los pone uno en la cabeza y que necesita derribar esas barreras para que sus jugadores se brinden al máximo, además de aconsejarlos para que no se lleguen a marear con el éxito y que no caigan en excesos como muchos jugadores que triunfaron no sólo en México, sino en el futbol internacional.