Frank Klopas, entrenador del Impact de Montreal, sabe lo que se siente derrotar a un equipo mexicano en un torneo continental.
Corría el mes de julio en 1995. La Copa América se jugaba en Uruguay y los invitados del torneo, Estados Unidos y México, se enfrentaban en los cuartos de final en la ciudad de Paysandú.
Los dos acérrimos rivales de CONCACAF terminaron los 90 minutos del tiempo regular sin daño alguno. El pase a semifinales se definiría desde los once pasos.
Los estadounidenses tiraron primero sobre la portería de Jorge Campos. El primero fue Eric Wynalda, quien con disparo de media altura logró poner enfrente a los del norte. Luis García, quien terminara empatado como goleador del torneo con Gabriel Batistuta con cuatro goles, hizo lo propio con un tiro alto para empatar el marcador 1-1 pero las desgracias del conjunto tricolor empezarían en ese momento.
Mientras Joe-Max Moore y Paul Caliguri vacunaban la portería del Brody, Carlos Hermosillo y el Alberto Coyote dejaban todo en manos de Estados Unidos tras fallar sus respectivos penales. Llegó entonces Frank Klopas, delantero del Apollon de Atenas, quien con una seguridad de crack logró engañar a Campos para clavar la última daga y eliminar a México del torneo.
Estados Unidos llegó como la sorpresa de la Copa a las semifinales, sin embargo, no pudo sobreponerse a Brasil, quien pasó a la final contra los anfitriones gracias a un gol de Aldair al minuto 13.
Así pues, los gringos hicieron historia hace casi 20 años de la mano de Klopas, quien ahora busca repetir el mismo éxito desde el banquillo a través de sus pupilos (a quienes seguramente ha compartido la anécdota) para derrotar al Club América en la Liga de Campeones de CONCACAF.
¿Lo logrará?