Se llamaba Jonathan Josué Rojas. Tenía 20 años. Le iba al Motagua de Honduras. El sábado por la noche murió por las pedradas que le propinaron sus colegas del Olimpia.
El enfrentamiento entre aficionados de ambas escuadras se dio previo al Clásico en el Estadio Nacional de Tegucigalpa.
Él llegó al Hospital Escuela Universitario de la capital hondureña con heridas. Tiempo después los médicos entendieron que no se podía hacer nada más y falleció.
Cinco personas más estaban lastimadas y también ingresaron al nosocomio. Ahí recibieron atención. La policía no confirmó si hubo detenidos por los hechos.