Por: Nayib Morán
Jonathan Espericueta (20 años) habla con tono de líder, adelantado a su corta edad. Se fue a España con la intención de seguir creciendo y aprender en una de las canteras españolas más importantes como es la del Villarreal CF. No ha tenido muchos minutos de juego. Espera su oportunidad con la paciencia de un pescador. Piensa. Se entrena. Está en calma, como un león esperando el momento preciso para atacar. Forma parte de una generación ganadora -no se le olvida- que ha conseguido grandes cosas vistiendo la camiseta de la Selección. En entrevista con juanfutbol
¿Cómo han sido las últimas semanas sin la lesión?
Contento, me siento mejor físicamente, también anímicamente. A veces es triste estar lesionado, pero contento entrenando al parejo del grupo y ayudando al equipo.
Me imagino que tienes ansias de jugar y demostrar porqué te ficharon…
Sí claro, siempre agradecido al club por abrirme las puertas. Tengo las ganas de alguien que quiere volver a jugar futbol, que necesita participar en un partido después de casi tres meses de estar parado sin hacer nada, ni de moverse, ni entrenar, ni nada. Las ganas siempre están.
El préstamo con el Villarreal finaliza a finales de este año, ¿regresarás a Tigres o buscarás opciones de ir a otro equipo europeo?
Sí, el préstamo finaliza en diciembre, pero ya veremos qué viene más adelante, hay que seguir trabajando para ganarse un lugar ahora que estoy acá. Después pensaremos en lo que viene.
¿Cuánto provecho le has sacado al estar en uno de los clubes españoles que mejor trabaja con la cantera?
Creo que mucho. Me ha sentado muy bien, he trabajado, me he esforzado, he aprendido a vivir solo en el extranjero. Me agrada mucho la ciudad y me siento muy cómodo.
He oído a jugadores mexicanos como Andrés Guardado y Héctor Herrera decir que los clubes mexicanos no deberían poner tantas trabas para permitir a más jugadores emigrar a Europa, ¿coincides con ellos?
Claro, es el sueño de todos los jóvenes futbolistas, habrá que abrir un poco más las puertas, yo estoy de acuerdo con ellos [Herrera y Guardado], pero depende de cada club las oportunidades que le dé a sus jugadores.
Qué opinas del caso de Alan Pulido, que ahora está en Europa entrenando pero sin club, ¿has podido hablar con él?
Sí, he hablado varias veces con él. Cada quien decide por dónde ir y qué hacer. Estoy con él porque es mi amigo, pero su decisión depende de lo que quiera hacer y seguir haciendo. Ya le vendrán cosas mejores, espero que pronto encuentre un equipo porque también mucha gente lo quiere ver jugar de nuevo.
La semana pasada, Ponchito González debutó con la selección mayor, es el primer jugador de tu generación en llegar, ¿cuál es la clave de su debut?
Es un grandísimo jugador y una gran persona, por eso le está yendo tan bien. Es un jugador increíble, tiene un golpeo impresionante y cabe resaltar que es uno de mis mejores amigos, así que muy contento por su llamado y por la posibilidad de que haya debutado con la mayor.
Siempre es bonito recordar cuando se ganó el Mundial en México en 2011, como bonito es visualizar aquel partido antológico que tuviste frente a Alemania, ¿siempre fuiste mediocampista?
Sí, casi siempre jugaba de “10”, atrás del delantero, pero cuando llegué a selecciones me empezaron a poner de contención, y me gustó, me agradó porque tenía que pasar mucho el balón, tenía que tocar y tocar y me sentí muy cómodo.
¿A qué jugador admiras más?
Mi ídolo siempre ha sido Walter Gaitán y en estos momentos yo creo que me gustaría jugar como Héctor Herrera. Está siendo un claro ejemplo para mí. Me gustaría estar jugando como él ahora.
En ese Mundial tu técnico fue el Profe Gutiérrez, ¿qué lo hace a él diferente a otros técnicos que te han dirigido?
La motivación que le da a los jugadores, la confianza que les da y la libertad de decidir ciertas cosas. No obstante, creo que lo más importante es la motivación que nos produce y la mentalidad con la que trabaja.
El Mundial sub-20 en Turquía fue otra historia porque en el 2011 se ganó con jugadores como Julio Gómez y Carlos Fierro que para ese Mundial ya no estaban, ¿qué crees que le faltó a ese equipo que tenía en el 2011?
En ese Mundial tuvimos cosas similares, siempre estuvimos bien motivados, trabajando, concentrados casi dos meses con el Profe Almaguer. Son situaciones que pasan, a unos les va bien, a otros mal. Lamentablemente nos tocó ir un poco mal, pero siempre con las ganas y deseos de querer ganar.
Si es verdad que cambia mucho el jugador entre Sub-17 y Sub-20, ¿qué cosas se deberían cambiar en la preparación del futbolista en esa etapa?
Es muy diferente un Mundial Sub-17 a un Sub-20, los jugadores son más altos, más fuertes, más experimentados. Algunos porque ya hasta están en Primera División. En el Sub-20 nos faltó un poco más de experiencia, de colmillo, de viveza. Claro, también depende del carácter de cada uno y de la disposición que tengas para trabajar en nivel colectivo e individual.
¿No crees qué a nivel selecciones menores a México se le ve con diferentes ojos?
México a nivel selecciones menores ahora es una potencia mundial porque hemos hecho buenos partidos, buenos torneos, y hemos ganado grandes cosas. Eso nos hace una potencia. Esto le viene bien a Mexico y a nosotros, que somos los jugadores.
¿Qué puedes decir del equipo que jugó el Torneo de Toulon nuevamente bajo las órdenes del Profe Gutiérrez?
Lo único diferente que hubo ahora con el Profe Raúl fue que nos faltó trabajo. Tuvimos muy poco tiempo concentrados, poca adaptación, era la primera convocatoria que teníamos y sólo entrenamos una semana, algunos incluso sólo cuatro días. Se ha trabajado en eso. Ahora se están haciendo convocatorias y el Profe está uniendo el grupo a su manera, como a él le gusta. Esto nos va a venir muy bien para lo que viene.
Da la impresión que el equipo todavía está en construcción, ¿falta tiempo para qué se haga un conjunto fuerte para llegar bien a los Olímpicos de Rio Janeiro?
Todavía nos quedan muchos torneos antes de llegar a los Juegos Olímpicos. Raúl es el más acertado para llevarnos a ese torneo.
Cuándo México ganó la medalla de oro en Londres, ¿dónde lo viste, qué fue lo primero que pasó por tu mente?
Lo vi en mi casa y no me lo creía. Fue un momento inexplicable. Muchos mexicanos nos quedamos sorprendidos porque en los primeros partidos no creíamos que pudiera pasar lo mejor, pero después de ver los partidazos que se aventaron en los Juegos Olímpicos, a todos se nos puso la piel chinita. Nos motiva a seguir trabajando y querer estar ahí en los próximos años. A nosotros nos podría tocar.
¿Qué le pides?
A la vida no le pido nada, sólo salud y mucha felicidad para mí y mi familia.