En el tercer día de juicio, el excorredor olímpico Oscar Pistorius, protagonizó dramáticos momentos en un nueva audiencia luego de que la Suprema Corte de ese país declarara que la muerte de su novia Reeva Steenkamp fue asesinato, no homicidio culposo como se había declarado antes.
Por consejo de su abogado, el exatleta caminó en muñones por la corte para demostrar su vulnerabilidad. Después de unos minutos Pistorius tuvo que arrodillarse y empezó a llorar.