Por Alejandro Miranda
La mejor competición del mundo es la Champions League. Este torneo nunca se ha cansado de regalarnos partidos emocionantes con resultados inesperados.
Desde la fase de grupos hasta finales, siempre hay esencia de buen futbol. Hoy día la hazaña a conseguir es para el PSG, que debe luchar contra cielo, mar y tierra sin Neymar para vencer al Real Madrid.
Puede que luzcan como victimas, pero hace un año ellos eran los victimarios. Hicieron sufrir al Barcelona en París, obtuvieron un resultado fuera del presupuesto, parecía que ya estaban en la siguiente ronda.
Repentinamente todo cambió. Los españoles (bueno, Neymar) les dieron un baile que nunca olvidarán, un baile que terminó en humillación y les permitió entrar a la historia por la remontada más épica.
Contra los Merengues todo parece adverso aunque no falta que salgan inspirados con ganas de que paguen los platos rotos, con ambición de demostrar que son un equipo grande. Cavani, Mbappé, Areola, Draxler, Di María, Thiago Silva y otros cracks pueden definir el partido. Potencial existe, así que no dudarán en poner el arsenal completo. Los milagros existen. Hoy podríamos ver uno.