Algo le pasó a Cristiano que sorprendió a más de uno en el entrenamiento de la Juventus. No, no se hizo un cambio de look, mucho menos se puso más fuerte; resulta que entrenó con todo y su ojo izquierdo morado.
Puede que la noche previa al entrenamiento sufriera un golpe que lo dejó visiblemente marcado o tal vez en una de esas fue a descubrir la vida nocturna de Turín y se pegó un buen tiro con alguien. Aunque la teoría más aceptada es que en el último partido de la Serie A le dieron un llegue que lo tiene marcado todavía.
Eso no fue pretexto para no verlo dando el 100 por ciento con la Juve. En ningún momento se ve que el dolor lo incomodara, le entró con todo en el entrenamiento, los tiros y los mini juegos. Ya saben, un día más en la oficina.