Neymar salió a la defensa de su vida particular (pachanga) y puso en su lugar a los mordaces (chismosos) periodistas durante una rueda de prensa en Brasil.
Para demostrar que el astro brasileño tiene razón en defender su derecho a divertirse mientras siga rindiendo como hasta ahora, aquí cinco casos de jugadores más fiesteros que la estrella del Barcelona.
1. Ronaldinho
Es el ejemplo perfecto de un jugador que pudo dar más si no se hubiera entregado a los placeres parranderos de la vida. En su mejor momento, Ronaldinho era un mago y hacía cosas que nadie más podía ni ha podido hacer… pero le ganó la indisciplina.
¡Igual no importa! Con lo que nos regaló, tiene todo el derecho… échele, mi Dinho.
2. Andy Carroll
Neymar y Ronaldinho son unos novatos al lado de Andy Carroll cuando de fiesta se trata. El delantero inglés del West Ham gusta de la buena (mala) vida y suele frecuentar los pubs para divertirse y a veces excederse.
En Inglaterra se asegura que alguna vez pasó celebrando 14 horas seguidas y terminó desayunando en un McDonald's. ¡Todo un caso el muchacho!
3. Giovani dos Santos
El cuasi compatriota de Ney y Dinho no podía faltar en esta lista. Gio tiene talento de sobra, pero la falta de disciplina no le ha permitido consolidarse.
Pero también es cierto que la leyenda de sus farras (que afectan su concentración futbolera) es más ya un estigma que una realidad… o por lo menos eso queremos creer.
4. George Best
La fiesta interminable: alcohol, autos y mujeres. Esa fue la vida de Best, quien pagó muy caros los excesos y terminó muriendo por un padecimiento hepático.
El norirlandés tiró por la borda una carrera que pudo haber llegado mucho más lejos de no ser por el hedonismo al que se entregó. De igual forma, nos dejó momentos inolvidables en la cancha, donde, sobra decirlo, ¡también era una fiesta!
5. Marco Fabián
La buena vida era lo de nuestro Marquito hasta hace no mucho. El hoy jugador del Frankfurt le pegaba duro a las pachangas y el reventón. La prensa constantemente destapaba las indisciplinas del ex-Chivas, quien asegura que esos tiempos de despapaye ya quedaron muy atrás.
¡Sólo esperemos que no haya perdido el ritmo!