Por: Ángel Armando Castellanos
Debutó en 2006. Un año antes la había pasado mal. Tan cerca y tan lejos de ser Campeón del Mundo. Lo dice Mauricio Cabrera, “Chicharito no ha tenido una carrera fácil“. Aunque parece ser un roble que jamás se cae y con una confianza a prueba de todo, Javier ha revelado que no siempre tuvo tanta fe. Una caída, lo obligó a cambiar.
En entrevista para el programa de radio español, El Larguero, Chicharito confesó que fue poco después de su debut que la creencia máxima en Dios llegó a él. Se manifestó a tal grado que hoy reza antes de empezar a jugar un partido. Un ritual que si bien ya le provocó algún “problema” jamás dejará de poner en práctica.
“Hubo momentos muy complicados en mi carrera, momentos en que pensé en retirarme. Mi abuela me ayudó a que esto no pasara y me hizo tener mucha más fe. En mi familia somos muy religiosos, pero fue hasta después de esa época que empecé a rezar antes de empezar un partido. Oro y le doy gracias a Dios por la oportunidad de hacerlo. Pongo todo en sus manos y le pido que se haga su voluntad”, confesó el mexicano.
Ese tiempo tan complicado en la carrera del nuevo héroe madridista fue entre 2007 y 2009. Después de su debut las cosas no fueron fáciles para él. Ignorado por los entrenadores del primer equipo de Chivas. Normalmente jugaba con la Categoría Sub 20. El retiro tocó a su puerta y tal como lo cuenta, su abuela lo hizo seguir luchando. En 2010 llegó su recompensa.
La historia a partir de ese año es de sobra conocida. Un título de goleo -aún sin terminar el torneo en México- su primer Mundial -2 anotaciones incluídas- y su pase al Manchester United. Javier no ha parado de rezar desde aquel instante y no dejará de hacerlo. La gratitud y la fe lo describen perfectamente. Sus resultados, también.