Por: Roberto Quintanar
Hace más de veinte años, Brian Grant sólo pensaba en una cosa: ser uno de los jugadores más destacados de la NBA tras su arribo a los Sacramento Kings. Pero su misión en el mundo era muy diferente a la que él pensaba.
A pesar de que en su primer año dio muestras de ser un jugador rentable, pronto pareció que su carrera sería de un breve apogeo. Tras pasar por el Miami Heat, equipo en el que se esperaba fuese la pieza que faltaba para lograr un campeonato que nunca llegó, Grant comenzó a sufrir problemas con las lesiones.
En 2005, enrolado con los Phoenix Suns, comenzó a tener sensaciones extrañas en su cuerpo, por lo que acudió al médico. El diagnósitco fue terrible; Brian comenzaba a dar signos de padecer la enfermedad de Parkinson.
“Mi mayor temor era perder el control de mí mismo y necesitar a alguien que me cuidara”, confesó en una entrevista en 2009, año en que hizo público su mal luego de guardarlo para sí mismo. “Pensaba que midiendo más de dos metros, sería imposible arreglármelas”.
Los primeros pasos para Grant no fueron sencillos. El retiro fue obligado. “Mi neurólogo, uno de los mejores del país, no sabía cómo iba a evolucionar mi enfermedad. No quería decirlo a nadie”.
El episodio se hizo más complicado a nivel emocional cuando un día entrenaba con el equipo de sus hijos. “Uno de los niños me preguntó por qué me temblaba la mano”, recuerda. “Mi respuesta era decir que no lo sabía y que lo hacía a propósito; ponía ese tipo de excusas”.
Sin embargo, su vida dio un giro de 180 grados cuando recibió una llamada del actor Michael J. Fox., estrella de la trilogía Volver al futuro y que ha dedicado su vida al combate del Parkinson, enfermedad que él también padece. “Después de hablar con Michael entendí su fuerza y su coraje. Me dijo que, como figura pública, debía acudir a sitios y reuniones como activista para llevar mi testimonio a otras personas”, dijo Grant en otra de las muchas entrevistas que ha dado tras hacer público su padecimiento. “Michael me dijo que yo debía controlar el mal y no dejar que el mal controlara mi vida. Ahora sé que es algo que siempre estará conmigo, pero siempre un paso atrás”.
Hoy, gracias a la charla con el actor, Brian Grant enfoca su mirada en algo más importante que la canasta: el combate al Mal de Parkinson a través de su fundación, que guarda una estrecha relación con otras organizaciones, como al del mismo Fox.
Grant celebra hoy un año más de vida, y lo hace peleando en más de una arena contra el rival más grande que le trajo la vida.