Por: Emilio Rabasa
Un bombero llamado Louis van Gaal, llegó a “salvar” a un equipo que así como su sobrenombre (diablos rojos) se lo estaba llevando el infierno.
Tras la fallida apuesta que fue el escocés David Moyes, y su fracaso no entrando a la Uefa Champions League después de 25 años, la directiva no tuvo otra opción que cesar al técnico (pese a tener un contrato por cinco años) y traer a uno de garantías -probado con creces- para la próxima temporada.
El holandés Louis van Gaal llegó a Manchester con la etiqueta de salvador después de realizar un mundial extraordinario con la selección de su país. Se realizó una importante inversión en el mercado de fichajes de verano para poder revertir la situación: poner a losRed Devils en la cima.
Sin embargo, Van Gaal no ha tenido en sus refuerzos los compañeros que hubiera querido para enderezar el problema; el remedio fue peor que la enfermedad.
Jugadores de talla mundial como Radamel Falcao, Angel Di María, Marcos Rojo, Ander Herrera, Luke Shaw y Daley Blind, llegaron junto con el timonel a partir de esta temporada al equipo de Old Trafford. De estos refuerzos, al día de hoy, solamente el argentino Di María y el español Herrera, están disponibles para jugar.
Aunado al mal paso del equipo inglés, las lesiones han sido el más duro y peor enemigo del estratega holandés que sigue sin encontrar el rumbo de un equipo que está urgido de buenos resultados.
Por si no fuera poco, jugadores que llevan ya un cierto tiempo dentro del equipo, tampoco han estado en buena forma física. Rafael, Ashley Young, Jesse Lingard, Phil Jones, Jonny Evans, Michael Carrick, y David de Gea, también se encuentran bajo algodones.
Las lesiones han impedido que se pueda repetir un solo cuadro titular en dos partidos, de tal manera que la rotación de piezas ha sido exhaustiva en ese andar en busca de la luz que desaparezca la oscuridad en Manchester.
El mayor problema ha sido que las lesiones han atacado directamente al cuadro bajo del equipo. Todas las incorporaciones fueron de medio campo hacia delante, problema que tenía el Manchester la temporada pasada; ahora que se reforzaron estas zonas con jugadores de renombre, la defensa ha quedado desprotegida.
Pero, ¿quién es el culpable de todo esto? ¿Acaso el Man United no cuenta con médicos de primer nivel? ¿Es el preparador físico el causante de las desgracias rojas?
Muchas preguntas y pocas respuestas. Al día de hoy el Manchester United ha tenido cerca de 50 jugadores lesionados desde la temporada pasada, cifra alarmante si se trata de un club de élite que cuenta con las mejores instalaciones y mejor personal a nivel mundial, y que aspira a competir hasta el final en cada una de las competiciones en las que participa.
Con una defensa parchada, el Manchester United ha dejado cuajar 14 goles en los últimos 11 partidos, una de las peores tres marcas de entre los primeros 10 clasificados (el Man United se encuentra en el séptimo lugar).
Mientras, sus acérrimos rivales se mantienen en los primeros sitios de la clasificación con una considerable ventaja; el cuadro rojo sigue rezagándose en la tabla de posiciones y parece lejos del sueño de coronarse, por lo que se enfocará -al parecer- en regresar a la Champions League.
Este fin de semana se dará un nuevo capítulo de una de las rivalidades más pasionales de la Premier League cuando se enfrenten en Londres al Arsenal, encuentro que pondrá a prueba la endeble y parchada defensa de los diablos rojos que, pondrá toda su fe y fútbol en el ataque conformado por Rooney y Van Persie.
De estos partidos depende enteramente el regreso de un equipo que perdió el rumbo y parece no encontrarlo. El líder del Man United, Louis van Gaal, tendrá que lidiar no solo contra sus rivales, sino con su máximo enemigo: las lesiones.