Por: Irving Márquez (colaborador en Barcelona, España)
Ha sido una semana complicada en Can Barça. La derrota ante el Real Madrid, el bajo rendimiento de algunos jugadores, y las decisiones en la alineación de Luis Enrique, han hecho que saltaran las alarmas y que se empezara a dudar del gran cambio que se prometía con la llegada del técnico asturiano.
Muchos aficionados se preguntan: ¿por qué ante los equipos grandes el Barça sufre tanto?. Ya le pasó en el partido de Champions ante el PSG; los errores defensivos ocasionaron que perdieran el primer encuentro oficial de la temporada y ahora ante el Real Madrid, en dónde además de los errores defensivos, se vio un equipo blando en medio campo, con poca posesión de balón, y poco sacrificio de los delanteros a la hora de recuperar el balón.
Las críticas a los jugadores y al cuerpo técnico no han cesado desde el sábado. Sólo el partido de la Supercopa de Cataluña, que disputaron ante el Espanyol y que ganaron en penales, ha logrado desviar un poco las miradas.
El rival que tiene el Barça este fin de semana es el Celta, equipo que desde la temporada pasada, cuando era dirigido por Luis Enrique, ha demostrado que es un rival incómodo. Juegan de poder a poder ante cualquier rival y tienen un estilo de juego que se basa en la posesión de pelota y en el deseo de ser vertical en cada momento.
En esta temporada el Celta sólo ha perdido un encuentro. Es sexto en la tabla.. Sin duda será un buen sinodal para ver si el Barça logra levantar la cabeza después del varapalo que se llevó el sábado y logra mantener el liderato de la liga.
De momento parece que Luis Enrique tiene muy clara la situación por la que atraviesa el equipo. Intentará imponer su estilo de posesión de balón. No sería raro que en la haya sorpresas como consecuencia del bajo nivel que mostraron algunos jugadores en los últimos enfrentamientos.
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