Por: Roberto Quintanar
Hay de cracks a cracks. Como preludio al show que Ronaldinho dio con Querétaro frente al América en el Azteca, el canciller José Antonio Meade se relajó un rato dando cátedra de sus habilidades balompédicas en el Coloso de Santa Úrsula frente a la comitiva del viejo continente que participó en la Semana de la Amistad entre México y la Unión Europea.
Como todo un profesional y aprovechando su calidad en la cancha (si bien es más probable que la altura haya pegado a los europeos), Meade lideró a su equipo, conformado por diplomáticos mexicanos, a un contundente triunfo por 5-0. Seguramente el astro brasileño de los Gallos Blancos se inspiró en la actuación del funcionario para firmar una gran actuación el sábado por la tarde al sur de la Ciudad de México.
Por supuesto, es un gusto saber que el canciller posea una gran clase como jugador… aunque sería mejor si complementara su calidad de deportista con mejores formas para evitar el juego brusco con los funcionarios de la ONU. Basta recordar el incidente con el relator especial sobre tortura, Juan Méndez, a quien hizo una entrada con los tacos por delante cuando éste afirmó que la tortura era una práctica generalizada en México.
Pero si de prácticas generalizadas se trata, hablar de cifras felices es una constante para cada inquilino de Los Pinos aunque la evidencia muestre lo contrario. Apenas el jueves, el presidente Enrique Peña Nieto señalaba en el marco del anuncio de una nueva planta de Toyota en Celaya que los “buenos” indicadores financieros durante el primer trimestre del año eran reflejo de la paz laboral y el dinamismo en que se encuentra la economía interna.
El problema para Peña llegó un par de días después. Así como Matosas habló de un América que ya estaba muy cerca de lo que él esperaba y debió soportar ser golpeado por la realidad poco después con una humillación por parte de Gallos Blancos, el presidente fue desmentido por una encuesta de la consultoría KPMG en la que se reveló que únicamente el 11% de la Iniciativa Privada aprueba la política económica del actual gobierno.
Y ya que estamos con Matosas y EPN (ambos inevitablemente ligados a Televisa), las dos televisoras abiertas más importantes del país ya se descararon. Según un reporte de La Jornada, Televisa y Televisión Azteca generaron aproximadamente 37 millones de dólares con los anuncios declarados ilegales del Partido Verde Ecologista… y se niegan a pagar sus respectivas multas de 400 mil pesos. Sí, amigo lector… se niegan a pagar poco más del 1% de lo que generaron. ¿Eso no es cinismo?
Cerramos el balompié político del día felicitando a Alfredo Castillo (un hombre que no sabe nada de deportes) por su reciente nombramiento como director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte. Hay que ver el lado amable al asunto: por lo menos ya habrá algo más bizarro que el caso Humberto Filizola, aquel rector de la Universidad Autónoma de Tamaulipas que disputó un partido con Correcaminos frente al América a inicios de los noventa.