Por Diego Contreras Salinas
La Concachampions y su relación con el Mundial de Clubes lo hacen un torneo atractivo para los clubes que participan. Uno de ellos es Chivas, que lo ha jugado de manera espectacular, nada que ver con lo que muestra el equipo en la liga.
Probablemente se debe a que su gran rival, América, calificó sin ningún problema a la siguiente ronda, además de que ya está acostumbrado a ganar la Concachampions. Eso sí que cala.
Después de la exhibición de buen futbol y golazos que se aventó el Rebaño contra Seattle Sounders, nos queda claro que Matías Almeyda quiere alzar esta copa. Tiene razón en apostar más por lo internacional que por lo local. En la Liga MX no pelea por nada.
El Pelado sabe que la Concachampions es su salvación. Ha sido cuestionado por el desempeño de sus chavos en el Clausura, al grado de decirse que sus días como DT están contados. Por si fuera poco le pusieron a Francisco Gabriel de Anda como director deportivo para meterle más presión.
De convertirse en el mejor de Concacaf, con pase al Mundialito en las manos, Almeyda demostrará que fue y es el entrenador idóneo para Chivas.