Juanáticos, el día de ayer fue un día doblemente emotivo para el barcelonismo. Por un lado, fue el último clásico de Andrés Iniesta con el jersey del Barcelona, un juego “nada de descafeinado” como declaró el técnico culé Ernesto Valverde.
Pero, también se cumplió un año más de uno de los momentos más intensos en la historia reciente del club: el empate a uno en el juego de ida de las semifinales de la Liga de Campeones de la UEFA 2008-09, en la que el jugador manchego marcó un gol del cual se ha escrito mucho.
El gol marcado por Andrés Iniesta en el minuto 90+3 significó el pase a la final de la Champions en el Estadio Olímpico de Roma, que a la postre terminaría ganando el cuadro culé ante el Manchester United.
Iniesta le dedica un capítulo completo en su autobiografía “La jugada de mi vida” (Malpaso ediciones, 2016), en colaboración con Marcos López y Ramón Besa.
La narración del gol, redactada con detalles e historias dentro y fuera del estadio, nos da detalles del contexto del gol y lo que significó para el jugador, el club y los catalanes.
El Barcelona venía de exhibir al Real Madrid en el Bernabéu cuatro días antes. El equipo dirigido por Pep Guardiola, llegó en la jornada 34 como líder y el duelo ante el Madrid podría definir al campeón de esa liga (08/09).
El marcador final fue contundente y reflejó lo que pasó en el campo de juego. Real Madrid 2 (Higuaín '14) y Ramos (56), Barcelona 6 (goles de Henry ('18 y '59) y Messi ('36 y '75), Puyol ('20) y Piqué ('83).
Ere juego fue comparado con otra victoria del Barcelona al Madrid en su misma cancha, pero en la liga 73/74, un 0-5 cuando los culés eran dirigidos por Marinus Michels y que contaba en su alineación a un jugador holandés que venía del Ajax: Johan Cruyff.
Esa campaña el Barcelona sería campeón de Liga, terminando con una sequía de 14 años en el campeonato casero, mientras que la victoria ocurrida 34 años después significa, de cierta manera, el inicio de la era más prolífica del Barcelona de Guardiola.
Para el juego de la Champions, Chelsea le había sacado el empate al cuadro culé en el Camp Nou y se esperaba un encuentro complicado. Y así fue. Essien abrió el marcador al minuto 9 y el resto del juego, Barcelona buscó defenderse y aguantar el embate del club inglés. El Barcelona no había generado ningún tiro a gol hasta que llegó el tiempo de compensación.
El único tiro del Barcelona en el juego terminó al fondo de la portería y significó el pase a la final de la Champions en Roma.