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5 razones del empate entre Porto y Liverpool

Por Esteban Anaya PUBLICIDAD Los aficionados esperaban una noche mágica, los del Liverpool querían una buena actuación en casa y los del Porto querían un milagro y ver a su equipo en cuartos, pero ambas aficiones se vieron decepcionadas en un partido con muy poco digno de resaltar. Se nota que ambos pensaban más en…

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Por Esteban Anaya

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Los aficionados esperaban una noche mágica, los del Liverpool querían una buena actuación en casa y los del Porto querían un milagro y ver a su equipo en cuartos, pero ambas aficiones se vieron decepcionadas en un partido con muy poco digno de resaltar. Se nota que ambos pensaban más en sus partidos de liga.

1. Técnico del Porto

El equipo portugués viajó a Inglaterra por pura formalidad, si por ellos hubiera sido ni se molestaban en presentarse, eso se notó desde el once inicial, el técnico cambió a 10 de 11 de los que jugaron en la ida. Incluso alineó a dos que no habían jugado en Champions. Aplicó la misma de Osorio.

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A diferencia de Conceição, Klopp salió con un 11 de lujo que prometía un juego inolvidable en Anfield. Nada más lejos de la realidad, a pesar de tener talento y desequilibrio, los locales se pusieron a mover la pelota dr un lado a otro, casi sin ganas de atacar. La visita aprovechó para robar el balón y tratar de meter miedo a Karius, pero el Liverpool cerró espacios y espesó el partido. Tanto así que lo único bueno del primer tiempo fue un remate que Sané hizo medio calléndose que pegó en el palo.

El Porto se animó al ver la flojera red, pensó mejor las jugadas y el Tecatito regaló varios lujos, los locales trataron de frenarlos con mucho juego físico, al '59 encontraron un espacio que Firmino explotó con velocidad y la defensa se lució al frenarlo. A partir de ahí comenzó a despertar el Liverpool con mayor posesión, centros e intentos de crear peligro, pero los dragones se plantaron bien atrás.

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Cuando un partido se atasca, los técnicos buscan destrabarlo con cambios que aporten juego e ideas diferentes, Klopp y Conceição hicieron cambios pero posición por posición para seguir en haciendo atole en la cancha, el único que ayudó al espectáculo fue Mo Salah.

El experimentado arquero no tuvo mucho que hacer en casi todo el partido, pero cuando al '73 entró Salah, los reds cambiaron completamente la cara, fueron más verticales y atacaron más, el partido se volvió ida y vuelta con un par de intentos bastante peligrosos del Porto, el Liverpool respondió haciendo que Casillas mostrara la gran calidad que aún tiene en el que pudo ser su último partido en Champions.

Si bien en cancha no había mucha acción, en las gradas era una fiesta azul y blanca, los ultras del Porto llenaron Anfield con sus cánticos, la casa del Liverpool llena de porras rivales suena imposible ¿no? Es más probale que tu mamá te de dinero pa' tus guamas, pero pasó.


También Klopp y la afición red homenajearon a Casillas que tiene el récord de 167 juegos en Champions y 57 porterías en 0

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