El caso legal que se sigue contra el ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol, (RFEF), Luis Rubiales, por el beso a Jenni Hermoso que supone una presunta agresión sexual, tomó este martes un giro inesperado que dejó a todos perplejos.
Dentro de su intervención, Rubiales fue tajante en negarse a pedir perdón a las jugadoras, pues considera que en todo momento respetó a Jenni Hermoso e incluso ella dio su consentimiento en el beso que se dieron.
Rubiales inamovible en su postura
La defensa de las jugadoras preguntó a Rubiales si a su criterio, actuó con respeto para con las futbolistas y el ex jerarca dio su vehemente respuesta.
“Vamos… ¡si es que le pregunté antes! ¿Cómo no la voy a respetar? Y ella se fue muerta de risa y dándome dos cachetes en el costado” señaló Luis.
Pero lo que levantó la polémica fue lo que dijo a continuación; palabras que de alguna manera, le dieron un giro al caso, pues, de acuerdo con Rubiales, ahora él podría ser víctima.
Rubiales se dio el lujo de ponerse en posición de víctima y acusó a las jugadoras de tocarlo sin su consentimiento cuando al celebrar, lo aventaron al aire.
“¿Cómo le voy a pedir perdón si estábamos los dos supercontentos? Ella me agarró de donde pudo, yo la agarro también y no hay más. Dos o tres minutos después me cogieron entre todas y me tiraron para arriba. Y en ese momento no voy a decir que no me toquen, con perdón, el culo, las rodillas o el hombro” expresó ante el asombro de muchos.
La estrategia de Rubiales parece estar definida y es no ceder en ninguna de las insinuaciones o acusaciones que pesan sobre su nombre, pero además, quiere intentar igualar la situación que denuncian en su contra.
Rubiales fue separado de su cargo por orden de FIFA tras la inacción de la RFEF, posteriormente se le abrió una causa judicial ante la fiscalía española y finalmente se vio en la obligación de dejar su puesto.
Actualmente se lleva a cabo este proceso legal pero aún no se conoce la fecha de la finalización del mismo; entre tanto, ambas partes presentan sus alegatos y evidencias.
