El fallecimiento de la Reina Isabel II no sólo mermó al mundo de la política o entretenimiento, sino también al futbol. Su muerte traería cambios en la Premier League de Inglaterra.
Su deceso podría afectar la jornada número siete del campeonato, pues el fallecimiento de la monarca más longeva de la Monarquía británica podría suspenderla.
De momento, no hay un comunicado oficial por el momento. Pero la muerte de la figura más importante de la realeza británica sería un motivo más que relevante para que se suspenda. Además de que esta noticia podría detener todas las actividades deportivas profesionales que se juegan en Inglaterra.
Esta no sería la primera vez que se tendría que suspender la Premier League. Han existido dos momentos en los que la liga inglesa se ha parado por completo. La primera, durante la Segunda Guerra Mundial. La segunda, mucho más actual, con el estallido del coronavirus en marzo de 2020.
Otros dos ejemplos pasados de momentos dramáticos que tuvieron su impacto en el fútbol inglés fueron la muerte de Lady Di, suceso que ya cumplió 25 años. El día de su fallecimiento, 31 de agosto de 1997, se jugaba el duelo del Liverpool ante el Newcastle. Este fue suspendido y se jugó 24 horas después.
En abril del pasado año, la muerte del Príncipe Felipe, consorte de la Reina y duque de Edimburgo, derivó en un minuto de silencio por parte de la Premier como homenaje.
De acuerdo a ABC todavía no se confirma alguna ninguna medida oficial radical tras su muerte. A pesar de ello, la suspensión de la jornada es una opción muy probable.
La muerte de la Reina Isabel II
El mundo está de luto tras el fallecimiento de una de las monarcas más longevas de la historia, la Reina Isabel II. La mandataria de Reino Unido dejó de existir a los 96 años de edad, así lo informó la BBC de Londres y la Familia Real.
Esto sucedió después de que el Palacio de Buckingham lanzara un comunicado en donde revelaron que estaba bajo observación médica y se revelara que su salud era delicada.
Su Majestad pereció en su residencia de Balmoral ubicada en Aberdeenshire, Escocia, en donde falleció rodeada de sus familiares y los miembros más importantes de la monarquía inglesa.