Lamar Jackson, el mariscal de campo de los Baltimore Ravens, ha sido nombrado como un quarterback de nivel 2 en las últimas clasificaciones de la NFL.
Esta distinción, basada en los votos de 50 expertos de la liga, incluyendo gerentes generales, entrenadores en jefe y coordinadores, coloca a Jackson como el séptimo mejor en la NFL. Sin embargo, este reconocimiento no ha venido sin cierta controversia.
Un talento en constante evolución
Algunos expertos de la liga elogian la habilidad de Jackson para ganar cuando está en plena forma, mientras que otros cuestionan sus habilidades como pasador.
Esta dualidad de opiniones refleja la naturaleza única de Jackson como jugador. Aunque su habilidad para correr con el balón es indiscutible, su capacidad para lanzar pases precisos bajo presión ha sido objeto de escrutinio.
Un nuevo comienzo con Todd Monken
La reciente adquisición de los Ravens, el coordinador ofensivo Todd Monken, ha generado esperanzas de que pueda ayudar a Jackson a mejorar como mariscal de campo.
Monken, que tiene una amplia experiencia en la liga, es conocido por su habilidad para desarrollar y mejorar las habilidades de los quarterbacks. Con Jackson ahora en su quinto año en la NFL, la llegada de Monken podría ser el impulso que necesita para llevar su juego al siguiente nivel.
Un cambio de estrategia
Algunos críticos han argumentado que la ofensiva de los Ravens ha limitado a Jackson, comparándola con una ofensiva universitaria más que con una ofensiva profesional.
Con Monken al mando, se espera que la ofensiva de los Ravens se vuelva más favorable para el pase, lo que podría permitir a Jackson demostrar su verdadero potencial como pasador.
Un posible intercambio en el horizonte
Además de los cambios en el cuerpo técnico, los Ravens también podrían estar considerando cambios en su plantilla. Se ha sugerido que los Ravens podrían intercambiar al receptor Devin Duvernay por el ala defensiva Carlos “Boogie” Basham Jr. y una selección de sexta ronda.
Este movimiento podría fortalecer la defensa de los Ravens, mientras que también libera espacio para que otros receptores brillen en la ofensiva.