No queremos ser amargados pero el duelo entre Brasil y Camerún realmente no nos dio mucho que contar a casa pues apenas consiguieron un triunfo 1-0 los africanos, pero no les alcanzó.
Al arranque del partido, los africanos salieron muy impetuosos, pero la verdad eso no les ayudó de mucho. Porque sí le metieron uno que otro susto a los brasileños, pero nada tampoco de cuidado.
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Eso sí, tampoco es que fueran los rivales más sencillos para los muchachos de Tite, pues no consiguieron penetrar como se debe su defensa.
Brasil y Camerún quedaron a deber
Pero la verdad no hubo mucho que contar en la primera parte. Pero les tengo noticias Juanáticos, para el segundo tiempo TAMPOCOOOO.
La verdad es que fue un partido lleno de peloteo, uno que otro disparo pero ninguno con una verdadera potencia. Sin duda se esperaba que los cameruneses salieran con el cuchillo entre los dientes.
Pero no, nada, se mostraban como si fuera el primer partido del Mundial, tranquilos y sin esa garra que siempre los caracteriza.
Bueno, tan X estuvo, que ni verdaderas faltas de cuidado hubo, sólo una vez en la primera parte, pero no pasó a mayores.
A los africanos solo les servía vencer a los sudamericanos por un abultado marcador, además de depender de lo que sucediera en el partido de Serbia vs Suiza.
No importó que no hubieron lesiones de cuidado ni parones importantes, el árbitro parecía que tenía fe en que el partido no podía ser más aburrido de lo que fue.
Pues al minuto 92, Camerún por fin despertó y se dio cuenta estaba a minutos de ser eliminado del Mundial. Con una anotación de Vincent Aboubakar, se llevaban el de la honra, porque ni así conseguían pasar a la siguiente ronda.
Pero la cereza del pastel llegó con la inmediata expulsión de Aboubakar, quien en estos momentos críticos provocó su acumulación de tarjetas y Bye. Por lo que ya no pudieron hacer más.
